Un grupo de senadores republicanos ha presentado este martes un proyecto de ley que haría posible que el presidente de EE.UU., Donald Trump, sancionara a China por su negativa a cooperar en las investigaciones sobre los orígenes del coronavirus.
Según la Ley de Responsabilidad covid-19, presentada por el senador Lindsey Graham, Trump debería proporcionar en un plazo de 60 una certificación ante el Congreso acerca de que China "facilitó una contabilidad completa" ante cualquier investigación de covid-19 dirigida por EE.UU., sus aliados o afiliados de la ONU; cerró todos los llamados "mercados mojados" -a uno de los cuales se vincula el origen del virus- y liberó a todos los "defensores de la democracia de Hong Kong" arrestados después de que comenzara la pandemia.
Sin esta certificación, el mandatario estaría autorizado a elegir al menos dos sanciones de una lista que incluye congelamiento de activos, prohibiciones de viaje, revocaciones de visas, así como restricciones a los préstamos a empresas chinas por parte de instituciones financieras estadounidenses y la prohibición de que firmas chinas coticen en bolsas de valores de EE.UU.
Las sanciones permanecerían vigentes hasta que el presidente otorgara una certificación de que China "ha cooperado total y completamente con las investigaciones" sobre el brote del virus y que "los mercados húmedos han cerrado".
"Sin el engaño de China, el virus no estaría en EE.UU."
"La constante supresión de la verdad por parte del Partido Comunista Chino en medio del brote de coronavirus no puede dejarse sin control", explica en un comunicado Roger Wicker, uno de los promotores de la iniciativa. "Esta legislación autorizaría al presidente a tomar medidas apropiadas contra el Gobierno chino para garantizar que no se produzcan brotes similares en el futuro", añade.
Por su parte, Graham mostró a través de un comunicado su convencimiento de que "China nunca cooperará con una investigación seria a menos que se les obligue a hacerlo". "Estoy convencido de que sin el engaño del Partido Comunista Chino, el virus no estaría aquí en EE.UU.", sostiene el senador.
China responde a 24 "acusaciones absurdas" de EE.UU.
La Cancillería china publicó el pasado sábado un artículo de 30 páginas en el que refuta lo que denomina como 24 "acusaciones absurdas" de algunos políticos importantes estadounidenses sobre la forma en que Pekín manejó el brote del SARS-CoV-2.
Entre otras cosas, desde Pekín mostraron un cronograma que refleja cómo China ha ido proporcionando información a la comunidad internacional de una manera "adecuada, abierta y transparente", pese a que EE.UU. afirma lo contrario. Además, aseguran que el SARS-CoV-2 no debería llamarse "virus chino" o "virus de Wuhan", tal y como sugieren desde la Administración de Trump, ya que la Organización Mundial de la Salud indicó que el nombre de un virus no debe ser específico de un país.