Francia considera "inaceptable" que una empresa farmacéutica dé "acceso privilegiado" a EE.UU. en la vacuna para el covid-19
La viceministra de Economía de Francia, Agnes Pannier-Runacher, ha rechazado la postura de la empresa farmacéutica Sanofi, que defiende que EE.UU. tenga prioridad para recibir las primeras vacunas si las pruebas que desarrolla la compañía resultan exitosas. "Es inaceptable que haya un acceso privilegiado de otro país bajo un pretexto financiero", expresó la funcionaria en una entrevista a Sud Radio.
El presidente ejecutivo del grupo Sanofi, Paul Hudson, declaró este miércoles a Bloomberg que Washington "tiene derecho al mayor pedido anticipado porque ha invertido en asumir el riesgo". Asimismo, señaló que el país norteamericano fue el primero en financiar la investigación de la compañía francesa.
Hudson advirtió que Europa debe intensificar sus esfuerzos para buscar una protección contra la pandemia o corre el riesgo de quedarse atrás. En febrero, EE.UU. amplió una colaboración de vacunas con la empresa, por lo que el directivo defendió que si el país arriesgó para ayudarles a desarrollar el producto, espera "obtener las dosis primero".
Sin embargo, en otra reciente entrevista, la viceministra francesa aseguró que la empresa había matizado esos comentarios y afirmó que, en caso de hallar la vacuna, esta sería accesible a nivel internacional.
"El jefe de Sanofi Francia me confirmó que la vacuna sería accesible para todos los países, incluyendo para los franceses, sobre todo porque tiene la capacidad de producción en Francia", dijo Pannier-Runacher, agregando que "el esfuerzo para encontrar una vacuna en 18 meses no tiene precedentes".
"Una sola vacuna" no será suficiente
Varios expertos estadounidenses consideran que el desarrollo de "una sola vacuna" contra el covid-19 no será suficiente para contrarrestar los efectos de la pandemia e instaron a unir esfuerzos entre la comunidad científica.
Los especialistas insisten en que este desafío requerirá una "cooperación sin precedentes por parte de los gobiernos, las instituciones académicas, la industria y los socios filantrópicos mundiales", pues para proteger a toda la población de la enfermedad se necesita "una capacidad de fabricación significativa".