El pasado domingo, en España se reportaron, por primera vez en dos meses, menos de 100 muertos en una jornada. Además, el 70 % del territorio del país ha entrado en la fase 1, el primer paso en la transición hacia la llamada 'nueva normalidad'.
Sin embargo, algunas zonas, como Madrid o Barcelona no han recibido la autorización para hacerlo y siguen en la denominada fase 0,5. Y a pesar de cierto avance en la lucha contra la pandemia, el Gobierno de Pedro Sánchez sigue recibiendo muchas críticas que se han hecho presentes en las calles.
El porqué del número de contagios y muertos más elevado en España en comparación con muchos otros países del mundo es una cuestión que se ha planteado varias veces en el Congreso de los diputados y también se lo preguntan muchos españoles.
Carrera contrarreloj
Esta brecha en las cifras es evidente incluso con el vecino Portugal, que introdujo medidas de aislamiento 5 días después que España en momentos en que tenía una décima parte de los muertos por millón de habitantes.
"Aquí nos demoramos", asegura a RT el cardiólogo español Guillermo Aldana. Y añade: "Si tomas las medidas de salud pública de forma precoz lo que ocurre es que tienes menos muertos, menos casos, y menos pacientes en cuidados intensivos que si lo haces cuando está extendido".
La cifra de muertos ha sido muy dispar dentro de la propia España. Así, Madrid llegó a convertirse por un tiempo en la ciudad con más muertes por coronavirus en el mundo, mientras Galicia casi no ha sufrido el golpe de la pandemia.
Bomba de tiempo
A pequeña escala, las comunidades autónomas reflejan lo vital que era confinarse a tiempo. Cuando lo hizo Madrid ya era tarde.
"Madrid tenía 13 muertos por millón de habitantes, mientras Andalucía, Canarias, Galicia o Murcia apenas llegaban a un muerto", señala Aldana.
Al respecto, algunos virólogos reconocen que no alertaron con tiempo de la magnitud del problema.
"Solamente fue cuando vimos estos casos en Italia y cuando yo personalmente me di cuenta de que si eso estaba en Italia seguro que también teníamos casos, seguro, y que la situación podía explotar. Y me temo que eso ya era tarde", sostiene Jesús Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología.
Peligro en las grandes ciudades
Mientras la pandemia avanzaba en España, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mandaba un mensaje claro sobre la importancia de las pruebas para identificar a los casos positivos de covid-19. Sin embargo, en el mes de marzo el país ibérico ya había perdido semanas en el mercado internacional para conseguir el test.
"Los test son muy útiles si los pescas en un momento muy inicial de la difusión y haces esto: localizas los casos, los contactos", explica Salvador Peiró, director en el área de investigación en el Centro Superior de Investigación en Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Generalitat de Valencia.
Las grandes ciudades con sus aeropuertos y sus grandes concentraciones elevan exponencialmente el contagio, indican los expertos. De ahí que urbes como Madrid hayan estado a la cabeza de nuevos casos en todo el mundo.
Aprender la lección
"[No debimos] subestimar el nivel de preparación que necesitamos y subestimar obviamente la agresividad de este virus durante el mes de febrero", señala Rafael Bengoa, asesor internacional en políticas de salud.
En estos momentos, España ya ha pasado el pico de la crisis sanitaria. Sus hospitales de campaña han cerrado sus puertas y sus unidades de cuidados intensivos ya no están colapsadas. Pero a pesar de todo, el miedo a un nuevo brote sigue persistiendo, al igual que la inquietud de si el país habrá aprendido la lección.
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