El coronavirus ha desatado la mayor crisis sanitaria de la historia moderna en EE.UU. y, paralelamente, ha llevado al país a una situación económica límite. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ve posible una caída del PIB de hasta el 30 % y que el desempleo alcance un pico del 20 al 25 %.
Así, los últimos datos muestran que más de 36 millones de norteamericanos han solicitado el préstamo por desempleo desde que comenzara el brote por covid-19.
Ante esta situación extrema, el gobierno ha tomado varias medidas, como la puesta en marcha de un programa de préstamos a empresas. Para beneficiarse de este programa, las compañías tienen que cumplir ciertos requisitos, como, por ejemplo, no despedir a sus trabajadores mientras estén recibiendo el préstamo.
También existen otras restricciones, como relata el economista Isaac Cohen: "El programa de ayuda del gobierno a las empresas dice específicamente que los recursos que les preste el gobierno no pueden ser destinados ni a aumentar los salarios de los ejecutivos, ni a comprar las acciones de las empresas para mejorar su posición en bolsa".
Bonus a los ejecutivos
En este contexto, según los datos de 2019, los directivos están ganando ya un 43 % más que hace 10 años y no parece que la crisis del coronavirus vaya a romper esa tendencia, según se desprende de diversos informes que constatan que las compañías están ofreciendo bonus a sus ejecutivos debido a que tienen que hacer frente a mayores responsabilidades, en un escenario dominado por la pandemia del coronavirus y las restricciones a las actividades económicas.
Hasta el momento el país ha registrado 1.486.742 casos positivos, 89.564 fallecidos y 272.265 personas que han superado la enfermedad, siendo el país más afectado del mundo y acumulando prácticamente un tercio de los casos y más de la cuarta parte de las muertes registradas internacionalmente.