El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha afirmado que seguirá tomando hidroxicloroquina pues considera que es su "línea de defensa", después de anunciar este lunes que se medica con ese fármaco contra la malaria y el lupus con el objetivo de disminuir los posibles síntomas en caso de contraer el coronavirus.
El mandatario ha asegurado que de momento no siente ningún efecto secundario y que el medicamento no le afecta de ninguna manera. Además, ha explicado que se ve obligado a tener contacto con un gran número de personas, y que considera que ante esta situación la hidroxicloroquina le puede ayudar a protegerse de la infección por coronavirus.
Varios expertos alentaron a abstenerse del uso de dicho fármaco, ya que la hidroxicloroquina puede causar efectos secundarios significativos en algunos pacientes y no se ha demostrado que combata el coronavirus.
El mes pasado, la Administración de Alimentos y Medicamentos advirtió a los trabajadores sanitarios que el medicamento no debe usarse fuera del hospital debido a sus efectos secundarios, que en ocasiones pueden resultar fatales.
Tras el anuncio de Trump, la presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso, Nancy Pelosi, comentó que no le parece que "sea una buena idea" que el presidente se medicara con fármacos cuya eficacia contra el coronavirus no ha sido demostrada, sobre todo debido a su edad y su condición de peso, que la demócrata calificó como "obesidad mórbida".