Confirman que los huracanes se han ido haciendo cada vez más fuertes durante las últimas décadas

A nivel global, la posibilidad de que un ciclón tropical se transforme en un huracán de categoría 3-5 ha crecido aproximadamente un 8 % cada 10 años. En el Atlántico Norte el incremento por década es de 49 %.

Un incremento estadísticamente significativo en la intensidad de los ciclones tropicales se ha venido observando en las últimas cuatro décadas, sostienen los autores de un estudio publicado este lunes en la revista PNAS, tras analizar los registros meteorológicos que abarcan desde 1979 a 2017.

En particular, los investigadores determinaron que entre 1988 y 2007 la probabilidad de que un ciclón tropical evolucionara hasta convertirse en un huracán de categoría 3-5 en la escala de Saffir-Simpson aumentó "de 0,27 a 0,31, lo que representa un crecimiento de aproximadamente el 15 %".

"Esto representa, en cuanto a la probabilidad de que se produzca un huracán de gran intensidad, un aumento de aproximadamente 8 % por década", señalaron los meteorólogos, e indicaron que se trata de "una tendencia clara" a nivel global.

Al mismo tiempo, precisaron que esos fenómenos se manifiestan a diversas velocidades en diferentes áreas del océano.

"Los mayores cambios se encuentran en el norte del Atlántico, donde la probabilidad de superación [del nivel] de un gran huracán aumenta en un 49 % por década. […] También se encuentran grandes y significativos aumentos en el sur del Océano Índico. Se observan incrementos más modestos en el este del Pacífico Norte y Pacífico Sur, y esencialmente no se ven cambios en el oeste del Pacífico Norte. El norte del Océano Índico demuestra una tendencia decreciente, pero es muy insignificante y se basa en una pequeña muestra de datos", detallaron los científicos.

Tal evolución se debe a un gran número de condiciones. Así, creen que en el norte del Atlántico cumplen su parte "factores cuasi oscilatorios internos (por ejemplo, la circulación de vuelco meridional del Atlántico) y/o factores externos no oscilatorios, naturales y antropogénicos (como minerales aerosoles o polvo africano, actividad volcánica y aerosoles antropogénicos y gases de efecto invernadero)".

No obstante, el rol de los humanos es evidente. "Durante los últimos 40 años (y más), el calentamiento antropogénico ha aumentado la temperatura de la superficie del mar [...] en regiones propensas a ciclones tropicales y, en combinación con los cambios en las condiciones atmosféricas, esto ha incrementado la intensidad potencial de ciclones tropicales en estas regiones", destacaron los científicos.