Tres sepulturas datadas de inicios de la Edad de Hierro fueron excavadas en un área de tan solo una hectárea en la comuna de Saint-Vulbas, en el este de Francia, informa el Instituto Nacional para la Investigación Arqueológica Preventiva del país (Inrap, por sus siglas en francés).
La más rica de ellas es la inhumación de una mujer completada en la primera mitad del siglo VIII a. de C. La difunta, de mediana edad, fue puesta en un ataúd probablemente hecho con un tronco de roble ahuecado y cubierto por unas tablas.
El cadáver de la mujer, colocado sobre su espalda y con los brazos en los costados, estaba vestido y enjoyado. En particular, los investigadores hallaron unas cuentas de vidrio que formaban parte de unos brazaletes que llevaba en ambas muñecas, así como detalles de aleación de cobre que habían servido para decorar su cinturón.
En cuanto al material del vestido, se ha descompuesto completamente. No obstante, varios fragmentos que estaban en contacto con el metal y se mineralizaron pueden indicar la presencia de tejido, cuero, piel y fieltro.
Asimismo, un recipiente cerámico que se ha conservado intacto fue descubierto cerca de la cabeza de la mujer.
La segunda sepultura, de la misma época, es una cremación ubicada en el centro de un recinto circular, probablemente un túmulo. Los huesos quemados están dentro de un jarrón de cerámica.
Finalmente, la tercera tumba, que data de finales del siglo V a. de C., constituía "un complejo monumento funerario", indican los arqueólogos. La sepultura está delimitada por una zanja rectangular, de 5 de ancho por 5,2 de largo, y probablemente estaba cubierta por una estructura compuesta por cuatro postes y un techo.
Los huesos calcinados de la persona difunta fueron divididos en dos partes y enterrados por separado, en una caja y una cesta, en diferentes niveles de la fosa. Aunque el sexo de los restos no puede ser determinado, el ajuar funerario —adornos de hierro y de aleación de cobre— sugiere que se trata de una mujer, señalan los científicos.
El hallazgo de tres sepulturas completamente diferentes correspondientes a un período relativamente breve muestra que los ritos de los antiguos pobladores de Francia eran muy diversos. "Estas instalaciones cercanas evidencian la variabilidad de las prácticas funerarias durante la Primera Edad de Hierro", indican los investigadores del Inrap.
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