El embajador venezolano ante las Naciones Unidas, Samuel Moncada, afirmó este miércoles que EE.UU. "no tiene un Jefe de Estado, sino un gánster", después que Donald Trump afirmase durante una conversación telefónica con representantes de la comunidad hispana, que tiene "rodeada" a Venezuela "un nivel que nadie sabe".
Con esa alusión, Moncada dio inicio a su intervención en la sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde se debatió el intento fallido de incursión marítima contra el país suramericano. El diplomático recalcó que Trump tiene "el lenguaje de un gánster" y con sus declaraciones "viola el derecho internacional a muchos niveles".
Buques iraniés
Moncada puso en debate varios temas para argumentar la acusación contra Washington, entre ellos la "amenaza" de EE.UU. de usar la fuerza militar contra cinco petroleros iraníes con combustible que se dirigen a Venezuela, lo que a juicio de Caracas "constituiría una agresión armada real" no solo contra Teherán sino también contra el pueblo venezolano.
El representante venezolano dijo que estas amenazas de EE.UU. "violan, entre otras cosas, la libertad de comercio y navegación".
Además, Moncada agregó que el gobierno de Trump "ha admitido abiertamente que presiona a las empresas para que se abstengan de suministrar gasolina a Venezuela", cuestión a la que atribuyó la creciente escasez de combustible que se vive en el país desde hace semanas.
"¿Qué pasaría si, en medio de la pandemia de covid-19, la ciudad de Nueva York se quedara deliberadamente sin gasolina? Esto, indudablemente, daría cuenta de un crimen contra la humanidad, que es precisamente lo que el gobierno de EE.UU. está perpetrando actualmente contra 30 millones de venezolanos", añadió el embajador.
Minutos después, desde Venezuela, el ministro para la Defensa de Venezuela, el general en jefe Vladimir Padrino López, garantizó los buques petroleros iraníes, apenas "entren a la zona económica exclusiva" del país suramericano, "serán escoltados por naves, buques y aviones de la Fuerza Armada Bolivariana (FANB)".
"Recibiremos esa ayuda, una ayuda humanitaria, como hemos recibido de Rusia, de China, de otras partes del mundo. La solidaridad bienvenida sea. Ya hemos establecido contacto con el Ministro de Defensa iraní", agregó Padrino Lopez.
Intento de incursión
El asunto que concentró el debate fue el intento de incursión armada que fue frustrado por las autoridades venezolanas el pasado 3 de mayo. Al respecto, Moncada instó al Consejo de Seguridad "a cumplir con los deberes y responsabilidades" que le encomienda la Carta fundacional de las Naciones Unidas para el "mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales".
Asimismo, solicitó al organismo que reconozca "los actos de agresión que se han cometido contra Venezuela" y se exija a sus autores poner "fin de inmediato a sus prácticas delictivas", entre ellas el uso o la amenaza de fuerza de nuevos ataques armados "incluso mediante la utilización de mercenarios y terroristas", como ocurrió a principios de este mes en el litoral central.
La principal preocupación para Caracas es que estas acciones socaven el derecho internacional para "imponer prácticas tiránicas, caprichosas y coloniales al resto del mundo". "El gobierno de EE.UU. y sus aliados están creando un espacio sin ley", enfatizó.
Asimismo, el embajador destacó que aunque el gobierno estadounidense insista en presentarse como el "salvador" de Venezuela, afirmando ser el "principal donante" de asistencia humanitaria para el país suramericano, nunca ha estado dispuesto a utilizar los mecanismos que existen en Naciones Unidas para hacer efectiva esa ayuda, como sí lo han hecho otras naciones.
El papel de Reino Unido
Por otra parte, Moncada denunció al Reino Unido de ser un "cómplice oportunista" de EE.UU. en el robo de las riquezas de su país, tras "el saqueo de más de 1.700 millones de dólares en oro venezolano por parte del Banco de Inglaterra".
En línea con la reciente protesta oficial de Caracas, el embajador reiteró el repudio de su país la existencia de una "Unidad de Reconstrucción de Venezuela" dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad Británica, mediante la cual se han mantenido conversaciones entre funcionarios de Reino Unido con "figuras de la oposición venezolana y los conspiradores de la reciente incursión armada".
A ese planteamiento, Moncada sumó la denuncia de que los buques de guerra británicos permanecen fuera de las aguas territoriales venezolanas, "en una actitud hostil y de confrontación", junto a embarcaciones de uso bélico de Holanda, Francia y EE.UU., "convenientemente disfrazados de operaciones de lucha contra el narcotráfico".