Este jueves, el mundo superó los cinco millones de casos confirmados de covid-19. El mismo día, la OMS reportó otro triste récord: 106.000 nuevos contagios de coronavirus a nivel mundial. Todo indica que la pandemia no tiene prisa en marcharse y que la única manera de cambiar esa realidad será con la vacunación contra la enfermedad.
¿Solo para los ricos?
La carrera mundial por la vacuna para el covid-19 va contra el reloj. EE.UU. asegura estar a punto de crearla, pero, según los medios, no la compartirá con los países que más lo necesitan. Washington se negó a firmar la resolución de la OMS sobre los derechos de las naciones más pobres a obtener la vacuna sin comprar la patente, informa Financial Times.
En la Organización Mundial de la Salud subrayan que la distribución de la futura vacuna contra el coronavirus debe ser "equitativa". Al dar un ultimátum a esta institución internacional, el presidente estadounidense Donald Trump hace pensar que las preocupaciones de los diplomáticos africanos (citados por FT), que consideran que no les darán acceso a ese descubrimiento, son más que justificadas.
"Si la Organización Mundial de la Salud no se compromete a mayores y sustanciales mejoras en los próximos 30 días, haré permanente la suspensión temporal de la contribución de Estados Unidos a la OMS y reconsideraré nuestra membresía en la organización", aseveró Trump en una carta al jefe de ese organismo.
"Un bien público"
La vacuna aún no ha sido fabricada en ningún país, pero ya provoca mucha polémica. La cuestión del acceso prioritario a este medicamento fue causa de un escándalo en Francia. En una entrevista con Bloomberg, el presidente de la farmacéutica Sanofi, Paul Hudson, afirmó que "el gobierno norteamericano tendrá derecho a hacer los mayores pedidos previos de la posible vacuna, ya que ha invertido mucho y tomado muchos riesgos".
Estas declaraciones fueron criticadas con rigurosidad por las autoridades francesas. La ministra de Estado para Asuntos Económicos, Angès Pannier-Runacher, fue la primera en reaccionar: "Para nosotros sería inaceptable el acceso privilegiado de este o aquel país, con un pretexto pecuniario".
La siguió el presidente de la nación, Emmanuel Macron, con una afirmación contundente: "La vacuna contra el coronavirus será un bien público, fuera de las leyes del mercado". La canciller alemana, Angela Merkel, insistía aún a principios de mayo en que ese hallazgo debe ser "para todas las personas".
Parar la pandemia
Para José María Molero García, miembro del grupo de técnicos de trabajo del covid-19 en el Ministerio de Sanidad de España, la vacuna es la única manera de frenar la propagación del coronavirus por el mundo. "Una cosa es el tratamiento: podemos encontrar algunos tratamientos más o menos eficaces, pero [con solo eso] no vamos a evitar el contagio. El control de la pandemia está ahí", explica el médico.
La vacuna hay que compartirla con todos los países porque la epidemia no conoce fronteras
"Todos tiene razones para vacunar lo antes posible. Empezaría por los países donde más circula el virus, porque tienen más posibilidades de infectarse", dice Molero García, añadiendo que los siguentes en el turno deberían ser las naciones con bajo nivel socioeconómico, para así evitar los exagerados índices de mortalidad.
"La vacuna hay que compartirla con todos los países porque la epidemia no conoce fronteras", recalca el especialista. Además, recordó el caso de los países africanos que por décadas no llegaron a recibir los medicamentos contra el sida, mientras que las naciones más desarrolladas ya los tenían desde mucho atrás.
Carrera en curso
A principios de abril había en el mundo 20 proyectos para conseguir una vacuna contra el covid-19. Actualmente, unas 110 investigaciones están en fase preclínica y ocho se encuentran en fase clínica, con pruebas en humanos, según los datos recogidos por la Organización Mundial de la Salud para el 15 de mayo.
La compañía Moderna Inc., con sede en Massachusetts (EE.UU.), anunció este lunes los resultados positivos de sus pruebas clínicas de la vacuna mRNA-1273 contra el coronavirus. Junto con esta empresa estadounidense, en la carrera biotecnológica participan compañías de China, Francia, Alemania y Rusia, entre otros países.
María Stárostina