El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció este 21 de mayo que su país se retirará del Tratado de Cielos Abiertos, subrayando que la salida se debe al incumplimiento del pacto por parte de Rusia.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, precisó que Washington presentará este viernes un aviso oficial de su retirada del tratado y que la decisión entrará en vigor dentro de seis meses. Sin embargo, Pompeo declaró que EE.UU. puede "reconsiderar" la salida si Rusia vuelve "al pleno cumplimiento" del pacto.
¿Qué es el Tratado de Cielos Abiertos?
El Tratado de Cielos Abiertos fue firmado el 24 de marzo de 1992 en Helsinki (Finlandia) por los representantes de 23 Estados miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y representó una de las medidas de fomento de la confianza en Europa después de la Guerra Fría.
El tratado permite a los países signatarios realizar vuelos de reconocimiento desarmados sobre los territorios de todos los demás miembros para observar actividades militares según las cuotas acordadas, así como tomar fotos y grabar videos.
El pacto regula los vuelos, contiene requisitos para las aeronaves y restricciones en parámetros técnicos de los equipos de vigilancia, entre otras especificaciones. Su objetivo principal es desarrollar la transparencia y facilitar el monitoreo de la implementación de los acuerdos sobre el control de armas.
El documento fue desarrollado con la participación activa de Moscú. Hasta la fecha, 34 países se han unido al pacto, incluida la mayoría de los países europeos y Canadá.
¿De qué acusa EE.UU. a Rusia?
Al anunciar la decisión de EE.UU. de retirarse del Tratado de Cielos Abiertos, Donald Trump declaró que "Rusia no se adhirió al tratado".
"Creo que tenemos muy buenas relaciones con Rusia, pero Rusia no se adhirió al tratado, por eso, hasta que no se adhiera, lo abandonaremos", señaló el mandatario ante los periodistas.
Al mismo tiempo, el presidente subrayó que "hay muy buenas posibilidades" de que Moscú y Washington lleguen a un nuevo acuerdo o hagan "algo para arreglar ese acuerdo". "Creo que lo que va a suceder es que nosotros nos retiraremos y ellos volverán y querrán llegar a un acuerdo", aseguró Trump.
Posteriormente, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, publicó un comunicado en el cual acusó a Rusia de "violar flagrantemente y continuamente el tratado de varias maneras durante años", así como de "apuntar municiones convencionales guiadas con precisión hacia infraestructuras cruciales de EE.UU. y Europa". No obstante, Pompeo señaló que su país puede "reconsiderar" la salida si Rusia vuelve "al pleno cumplimiento" del pacto.
"La aplicación y violación por Rusia del [Tratado] de Cielos Abiertos [...] ha socavado la función central del Tratado para el fomento de la confianza y, de hecho, impulsó la desconfianza y las amenazas a nuestra seguridad nacional, haciendo insostenible la participación continua de EE.UU.", reza el comunicado.
En particular, EE.UU. acusó a Rusia de rechazar el acceso a vuelos de observación dentro de un corredor de 10 kilómetros a lo largo de su frontera con Abjasia y Osetia del Sur, así como de restringir los vuelos sobre la ciudad de Kaliningrado, entre otras infracciones.
Desde hace varios años, Washington ha acusado a Moscú de implementar selectivamente el Tratado de Cielos Abiertos y violar una serie de sus disposiciones. Rusia también presentó reclamos a EE.UU. con respecto a la implementación del tratado. En 2017, Washington anunció la introducción de ciertas restricciones en los vuelos de observación rusos sobre el territorio estadounidense en virtud del acuerdo. Moscú no tardó en responder con medidas similares.
Reacción de Rusia
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, declaró este jueves al canal Rossiya-24 que Rusia también tiene reclamaciones "muy claras y de larga data" contra EE.UU. respecto a su implementación del tratado.
En particular, la vocera recordó que desde 2018 EE.UU. ha tomado "varias medidas restrictivas" contra Rusia, como una negativa a otorgar permiso para retirarse de las reglas de tráfico aéreo y los estándares de seguridad de la aviación estadounidenses, así como el cambio de procedimientos especiales para realizar vuelos de observación sobre Hawái.
Por su parte, el director del Departamento de No Proliferación y Control de Armas del Ministerio de Exteriores ruso, Vladímir Yermakov, declaró a TASS que los intentos de Washington de presentar su retirada del acuerdo como una reacción a las violaciones de Rusia son "absolutamente infundados".
"Es absolutamente infundado, y lo hemos comentado en repetidas ocasiones. Esta no es la primera vez que EE.UU. ha estado intentando presentar el caso como si Rusia estuviera infringiendo algo para considerar que es motivo para retirarse de los acuerdos de control de armas", subrayó Yermakov.
Además, el diplomático señaló que Rusia tiene un plan de acción en caso de que EE.UU. se retire del Tratado de Cielos Abiertos. "Siempre tenemos algún tipo de plan B. EE.UU. no se ha posicionado como un socio confiable durante mucho tiempo, por lo que tenemos que planificar nuestras actividades futuras en función del socio que tengamos en este momento", dijo.
¿Qué consecuencias podría tener la decisión de EE.UU.?
El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Alexánder Grushkó, declaró a RIA Novosti que la retirada de EE.UU. del Tratado de Cielos Abiertos "socavará un acuerdo fundamental que había fortalecido seriamente la confianza y la seguridad" en Europa.
Entre tanto, el jefe de la Asociación de Control de Armas, Daryl Kimball, subrayó a Reuters que la decisión de Trump de abandonar el tratado es "prematura e irresponsable". El exdirector de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU., Michael Hayden, calificó las acciones de su país como "una locura".
También desde la ONU se expresaron preocupaciones. Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de las Naciones Unidas, declaró en rueda de prensa que la terminación de los acuerdos existentes entre Rusia y EE.UU. sobre el control de armas puede tener consecuencias peligrosas, como una nueva carrera armamentista.
Por su parte, el vicepresidente de la Academia de Ciencias Militares de Rusia, Serguéi Modéstov, señaló durante una entrevista con Interfax que la principal consecuencia negativa de la retirada de EE.UU. del tratado será la pérdida final de la confianza mutua entre Moscú y Washington.
"[La retirada de EE.UU. del pacto] significa que realmente no valoran el entendimiento mutuo y no son muy responsables de sus acciones ante la comunidad internacional", dijo el experto.
"Un sistema de seguridad ya muy inestable está perdiendo otro vínculo muy importante: el sistema de control en forma de Tratado de Cielos Abiertos. El mundo se está volviendo más incierto, más peligroso, se está volviendo más difícil controlar la amenaza", indicó Modéstov.
Este jueves, el senador Edward Markey y el congresista Jimmy Panetta presentaron un proyecto de ley que prohíbe al presidente de EE.UU. retirarse de acuerdos internacionales sin la aprobación del Congreso. "La retirada del Tratado de Cielos Abiertos es el último capítulo en el metódico desmantelamiento de la arquitectura de control de armas por parte del presidente. El Congreso debe intervenir", escribió Markey en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el presidente de EKAI Center, Adrián Zelaia, afirmó que la decisión de Donald Trump es "un golpe más a la imagen" del país norteamericano en el mundo. Además, el experto agregó que sus acciones "dan la sensación de que EE.UU. quiere hacer una apuesta para mantener como sea […] la hegemonía militar estratégica".
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