La Comisión de Justicia Internacional y Responsabilidad (CIJA, por sus siglas en inglés) está reuniendo pruebas para procesar a las principales figuras del Estado Islámico por haber esclavizado y violado a mujeres yazidíes durante varios años, según informó este jueves AP.
"Los combatientes del EI no violaron a estas mujeres y niñas por su cuenta. Hubo un plan cuidadosamente ejecutado para esclavizar, vender y violar a las mujeres yazidíes, que fue presidido por los más altos niveles de la cúpula del EI", declaró a AP el director ejecutivo y fundador de la CIJA, Bill Wiley.
"Y, haciéndolo, iban a erradicar al grupo yazidí, asegurándose de que no nacieran más niños yazidíes", declaró Wiley.
La organización identificó a 49 figuras prominentes del EI que crearon y administraron el comercio de esclavos, y cerca de 170 propietarios de esclavos, entre los que se contaban combatientes occidentales, asiáticos, africanos y árabes. Ahora la CIJA reúne pruebas para procesar a los miembros del Estado Islámico por crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidio.
El mes pasado, en la primera acusación por cargos de genocidio contra los yazidíes, un tribunal alemán llevó a juicio a un ciudadano iraquí por esclavizar a una mujer yazidí y a su hija de cinco años, que fue encadenada y dejada de morir de sed.
La masacre de Sinyar
El Estado Islámico lanzó su ataque contra la comunidad yazidí en la región de Sinyar (Irak) en agosto de 2014, unos hechos conocidos como la masacre de Sinyar. No está claro si Sinyar fue atacada por su ubicación estratégica o con el objetivo específico de subyugar a los yazidíes, considerados herejes por los terroristas.
El EI mató a cientos de yazidíes y secuestró a más de 6.400, más de la mitad de los cuales eran mujeres y niñas. La mayoría de los hombres adultos capturados fueron asesinados.
Cuando los yazidíes fueron capturados, los principales comandantes del EI los registraron, los fotografiaron y los clasificaron en tres grupos: casados, solteros y niños. Inicialmente, miles de estas mujeres y niños fueron entregados como obsequios a los combatientes que participaron en la ofensiva de Sinyar.
A principios de 2015, las mujeres restantes fueron transferidas a la ciudad siria de Al Raqa, la capital del califato, y luego distribuidas en áreas controladas por el Estado Islámico.
"Me golpearon, me vendieron y me hicieron de todo"
"Durante cinco años viví con ellos. Me golpearon, me vendieron y me hicieron de todo", relató una de las víctimas, rescatada en una operación dirigida por EE.UU. el año pasado. La joven, que ahora tiene 19 años, dijo que fue violada por casi una docena de combatientes, incluido el exlíder del EI Abu Bakr al Baghdadi, que la poseyó durante meses antes de que la "regalara" a uno de sus ayudantes.
El EI operó mercados de esclavos centralizados en Mosul (Irak), Al Raqa y otras ciudades. En el mercado de la ciudad siria de Palmira, las mujeres caminaban por una pista para que los miembros del EI pudieran hacer ofertas. En otros mercados las mujeres fueron distribuidas a los militantes por sorteo.
"Lo explicaban diciendo que todo era permisible. Lo llamaban ley islámica. Violaban a mujeres, incluso a menores", señaló Laila Taloo, de 33 años, que pasó dos años y medio en cautiverio y fue esclava de ocho hombres, todos los cuales la violaron.
Su tercer 'dueño', un cirujano iraquí, una noche la despertó y la vistió para que cuatro hombres sauditas pudieran inspeccionarla. A uno no le gustaban sus tobillos, mientras que otro, miembro de la Policía religiosa del EI, pagó casi 6.000 dólares por ella.
Ese 'propietario' publicó en Internet fotos de sus esclavos, que todos los días eran exhibidos ante los potenciales compradores. "Era como un desfile de moda. Caminábamos arriba y abajo por una habitación llena de hombres que nos revisaban", recordó Taloo.
Con cada uno de sus violadores, la mujer luchó para mantener a sus hijos a salvo. Un hombre fotografió a su hija de dos años y amenazó con venderla a una mujer iraquí que no podía tener hijos. Otro combatiente obligó a Taloo a quedar embarazada y luego cambió de opinión y la obligó a abortar. La mujer eventualmente logró escapar junto con sus hijos y su cuñada pagando dinero a un contrabandista.
En los últimos años unos 3.500 esclavos yazidíes han sido liberados. No obstante, más de 2.900 yazidíes siguen sin contabilizar, incluidas unas 1.300 mujeres y niños, según los datos de la oficina de secuestrados de yazidíes en la región autónoma kurda de Irak.