Lo cierto y lo falso sobre el supuesto descubrimiento de un universo paralelo por la NASA

El investigador principal de un proyecto de detección de neutrinos desmiente los aventurados informes de tabloides sensacionalistas, sin que por ello deje de ser asombroso el hallazgo de los científicos.

Varios medios de comunicación y redes sociales han divulgado recientemente la información de que la NASA supuestamente descubrió un universo paralelo en la Antártida donde el tiempo transcurre al revés. La verdad es, sin embargo, que esta interpretación de los hechos no se corresponde de ninguna manera con la realidad.

Todo empezó cuando la respetada revista New Scientist publicó un artículo, el pasado 8 de abril, en el que se discutían algunos resultados anómalos de los experimentos de detección de neutrinos en la Antártida y lo que esto podría significar para un modelo cosmológico especulativo que postula que hay un universo antimateria que se extendería al revés desde la Gran Explosión, informa Science Alert. Varios medios posteriormente recogieron el informe de la revista.

"Parece que para esta historia científica de la prensa sensacionalista, una teoría física especulativa remotamente relacionada con la verosimilitud se amplificó por razones sensacionalistas", dijo a Science Alert el físico Peter Gorham, especialista en partículas experimentales de la Universidad de Hawái e investigador principal del proyecto ANITA.

¿Qué es lo que se descubrió realmente?

Parcialmente financiado por la NASA, el proyecto ANITA se vale de un globo gigante que sobrevuela el continente antártico apuntando sus antenas de radio hacia el suelo. Así detectó algunos eventos de lo que parecían ser atravesamientos de la Tierra por partículas subatómicas de alta energía, conocidas como neutrinos.

Los neutrinos son partículas 'fantasmales' capaces de penetrar en todo prácticamente sin interactuar con la materia, y eso hace extremadamente difícil su detección. Pero en caso de ser producidos por objetos espaciales poderosos, los neutrinos pueden obtener una energía tan alta que intensifica su capacidad de interactuar con la materia.

ANITA detecta señales de lluvias secundarias de partículas, producidas por neutrinos de alta energía que colisionan con la capa de hielo del continente helado, y que se supone que deben llegar desde el espacio profundo. Lo raro es que los neutrinos recientemente detectados, según las mediciones, proceden de las entrañas de nuestro planeta, donde deberían haber chocado con algo más antes de emprender su viaje a través de las capas geológicas.
 
Los físicos involucrados en el proyecto han tratado de entender si estas anomalías se pueden explicar con la física de modelo estándar, o si tienen algo que ver con la configuración del experimento, o si es que algo verdaderamente raro ha estado pasando.

"Una vez que hemos agotado todas las explicaciones posibles dentro del modelo estándar de la física, solo entonces es hora de considerar otras ideas que superan esos límites. Realmente todavía no estamos allí, y ciertamente no en el punto donde los universos paralelos son necesarios", aseguró Gorham.

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