Francia da la alarma por el estado económico de la empresa automotora emblemática del país. El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, afirmó que el apoyo estatal es imprescindible para que Renault siga a flote. "Sí, Renault podría desaparecer", dijo a Radio Europa 1.
El Gobierno francés, el mayor accionista de Renault con el 15% del capital, acordó ayudar a la firma automovilística con un préstamo de 5.000 millones de euros, que ya ha sido aprobado por la Unión Europea. Sin embargo, este respaldo aún tiene que ser validado por el ministro de Finanzas francés, quien todavía no lo ha firmado.
La empresa Renault debe presentar su nuevo plan estratégico la próxima semana y ya ha estimado los ahorros necesarios en 2.000 millones de euros. Este plan comprendería el cierre de tres fábricas en Francia, así como una reconversión de la emblemática instalación industrial de Flins, al norte de París.
Al respecto, Bruno Le Maire comentó que la planta de Flins no debe cerrar y que la empresa tiene que ser capaz de mantener tantos puestos de trabajo como sea posible en Francia. Además, el funcionario subrayó que Renault debe adaptarse y ser competitiva, subrayando la necesidad de una transición hacia la producción de vehículos "más ecológicos".
Recortes en Nissan
Por otra parte, la agencia de noticias Kyodo informó que la empresa nipona Nissan, que ha estado en alianza con Renault durante las últimas décadas, podría eliminar 20.000 puestos de trabajo, principalmente en Europa y en países de economías emergentes. Mientras tanto, fuentes de Reuters aseguran que la compañía automotriz japonesa recortaría un millón de coches de su objetivo de ventas anuales.
Además de la crisis económica por la pandemia del coronavirus, Renault y Nissan fueron golpeadas por las consecuencias del escándalo protagonizado por su expresidente Carlos Ghosn, quien en diciembre de 2019 huyó de Japón, donde tenía que ser juzgado por presunta mala conducta financiera. Esta semana en EE.UU. fueron detenidos dos hombres que supuestamente le habían ayudado a escapar de la justicia.