Astrónomos descubren una galaxia antigua en forma de un "anillo de fuego" gigante
Un equipo de astrónomos de Australia, EE.UU., Canadá, Bélgica y Dinamarca captaron una imagen de un tipo de galaxia extremadamente rara, descrita como un "anillo de fuego cósmico". Para identificar la estructura inusual, los investigadores utilizaron datos espectroscópicos recopilados por el Observatorio WM Keck en Hawái e imágenes grabadas por el telescopio espacial Hubble de la NASA.
Llamada R5519, se encuentra a 11.000 millones de años luz del Sistema Solar. Formada tras la colisión violenta y catastrófica entre dos galaxias, la R5519 tiene aproximadamente la masa de la Vía Láctea. Su descubrimiento, anunciado en la revista Nature Astronomy, revolucionará las teorías sobre la formación más temprana de estructuras galácticas y cómo evolucionan, según los autores del estudio.
La galaxia es circular, con un agujero verdaderamente masivo en su centro, de un diámetro 2.000 millones de veces más extenso que la distancia entre la Tierra y el Sol.
"Está haciendo estrellas a un ritmo 50 veces mayor que la Vía Láctea", detalló el investigador principal, Tiantian Yuan, del Centro de Excelencia ARC de Australia para la Astrofísica del Cielo en 3 Dimensiones (ASTRO 3D). "La mayor parte de esa actividad tiene lugar en su anillo, por lo que realmente es un anillo de fuego".
Las "galaxias en anillo de colisión"
Los científicos creían que las llamadas "galaxias en anillo de colisión", como la recientemente descubierta, no comenzaron a aparecer hasta alrededor de 4.000 a 6.000 millones de años después del Big Bang, que tuvo lugar hace unos 13.800 millones de años. La mayoría de las galaxias descubiertas que se formaron más temprano, es decir en el Universo primigenio, tienen forma de burbujas desordenadas, con estrellas que orbitan en todas las direcciones.
Sin embargo, las imágenes de la R5519 provienen de hace aproximadamente 10.800 millones de años, solo 3.000 millones de años después del Big Bang. De esta manera, se trata de la primera galaxia descubierta de ese tipo, que fue formada en el Universo primigenio.
El coautor del estudio, el profesor Kenneth Freeman de la Universidad Nacional de Australia, señaló que el descubrimiento tenía implicaciones para comprender cómo se formaron y evolucionaron las galaxias como la Vía Láctea.