Una gran multitud de manifestantes se congregó ante la sede de la Policía en la ciudad estadounidense de Mineápolis para protestar por la reciente muerte de un afroamericano desarmado durante su arresto. Los participantes en la espontánea protesta fueron enfrentados con un amplio arsenal de armas antidisturbios.
Este martes, la Policía detuvo a George Floyd por sospechas de un "fraude en curso". Durante el arresto, uno de los agentes presionó una rodilla contra el cuello de Floyd durante al menos ocho minutos, a pesar de que el individuo se quejaba de que no podía respirar. El hombre fue declarado muerto en un hospital.
El video de la detención de Floyd, grabado por un testigo, fue difundido en las redes sociales y desató una ola de indignación inmediata. Cuatro policías de Mineápolis ya fueron despedidos tras la noticia.
A pesar de esa medida, miles de ciudadanos salieron a las calles de la ciudad para protestar contra la violencia policial. La acción comenzó cerca de un restaurante en el centro de la ciudad, y finalmente se dirigió a la sede de la policía, a unos cinco kilómetros de distancia.
Según los informes, los manifestantes destrozaron una puerta del edificio, mientras que imágenes compartidas en Twitter muestran a la multitud irrumpiendo en el estacionamiento de un escuadrón policial para destrozar vehículos.
También se puede ver a los participantes de las protestas entonando consignas contra las fuerzas policiales mientras marchan en fila, sosteniendo carteles y gritando: "No hay justicia, no hay paz, enjuicia a la Policía".
Los manifestantes tuvieron que enfrentar pronto una respuesta policial contundente, cuando oficiales vestidos con equipos antidisturbios desataron espesas nubes de gases lacrimógenos y dispararon balas de goma y granadas expansivas.