Las mascarillas faciales caseras hechas con múltiples capas de tela pueden ayudar a reducir la transmisión del covid-19, según afirma un equipo internacional de investigadores en un artículo publicado en la revista Annals of Internal Medicine.
Si bien la tela no detiene las partículas víricas infecciosas aisladamente, bloquea las partículas generadas cuando la persona habla, tose y estornuda, acciones que expulsan el coronavirus hacia afuera. Los investigadores han subrayado que "cada partícula cargada de virus retenida en estas mascarillas no cae a una superficie o a sitios en los que puedan ser luego recogidas por el tacto".
Los especialistas compararon varios estudios realizados durante décadas y mostraron evidencias de que estas mascarillas reducen la contaminación del aire y las superficies.
Algunas combinaciones o tipos de tela, como la muselina (una tela fina de algodón) o la franela, bloquean la mayoría de las partículas, mientras que los tapabocas de cuatro capas de estas telas pueden reducir la transmisión de microorganismos en el aire y la contaminación de superficies hasta en un 99%, señalan los científicos citando estudios previos.
"Las mascarillas de tela pueden ser realmente buenas y definitivamente vale la pena considerarlas bajo estas circunstancias", destacó la autora principal Catherine Clase, profesora asociada de medicina en la Universidad McMaster (Canadá), citada por CTV News. Sin embargo, aún no hay suficiente evidencia para que los científicos recomienden definitivamente un tipo de tela o un método específico para crear los cubrebocas caseros, puntualizan los autores del artículo.
Por su parte, el experto en enfermedades infecciosas Abdu Sharkawy, comentó que "si tenemos una enfermedad y somos capaces de proteger nuestras bocas para no propagarla a una persona que esté inevitablemente a menos de 2 metros de nosotros, solo tiene sentido que ayude al menos en algún nivel". Sin embargo, las mascarillas no son una "estrategia aislada", agregó, citando el distanciamiento social y el lavado frecuente de manos como otros elementos de una "estrategia general" para prevenir la infección.