Según el último informe publicado por Amnistía Internacional (AI), la actuación del grupo terrorista Boko Haram ha impactado violentamente en casi todas las comunidades del noreste de Nigeria desde que se inicio allí el conflicto armado en 2013. Uno de los casos más recordados es el secuestro de las niñas Chibok, en 2014, y este mes la organización ha sido clara en que está lejos de rendirse ante la persistencia de tales hechos.
El reporte ahora difundido por la organización internacional señala que los niños, a los que define como una generación "atrapada" y "perdida", han estado entre los grupos más afectados por el accionar de los combatientes de Boko Haram y de los militares del Estado Nigeriano que luchan contra ellos.
Se detalla allí que en las comunidades bajo control de Boko Haram se pueden ver casos de asesinatos, violencia y esclavitud sexual de menores, al tiempo que se obliga a los padres, bajo amenaza de muerte, a entregar a las niñas y jóvenes para ser casadas a la fuerza.
Pero el calvario no termina ahí. En el reporte se explica que cuando los niños huyen de las áreas controladas por Boko Haram en busca de libertad, son sometidos por el ejército nigeriano a un proceso definido como "evaluación", que se practica en centros de detención informales. Durante los interrogatorios, denuncia AI, se somete a muchos niños, jóvenes y mujeres a golpes y otras formas de tortura física, para extraer "confesiones" que los relacionen con una posible participación en el grupo terrorista.
El informe acusa al ejército nigeriano de detener ilegalmente a miles de niños durante meses o años, y cita informes de la ONU que hablan de más de 3.600 detenciones, cifra que incluso podría ser mayor. Se agrega que los niños no han sido acusados y mucho menos procesados por ningún delito y que a muchos se les niega el derecho a tener un abogado, comparecer ante un juez o comunicarse con sus familias.
Amnistía denuncia además, las precarias condiciones de reclusión en que se encuentran los detenidos, como el hacinamiento extremo, la falta de ventilación en un calor sofocante, la presencia de parásitos en todas partes y de orina y heces en el suelo por no haber retretes.
Por otro lado, la organización destaca supuestos abusos en el marco de la Operación Corredor Seguro, un programa respaldado con millones de dólares estadounidenses y con apoyo de la UE, Reino Unido y Estados Unidos, entre otros, señala el texto.
Para la elaboración del informe, Amnistía Internacional entrevistó a 234 mujeres, hombres y niños afectados por el conflicto en el noreste de Nigeria. Entre ellos, 37 entrevistas con niñas y 45 con niños que huyeron de zonas controladas por Boko Haram y sufrieron abusos por parte de una o ambas fuerzas en conflicto.