El edificio de la Casa Blanca ha sido cerrado este vienes en medio de multitudinarias protestas registradas durante la jornada en la ciudad de Washington (EE.UU.) por el asesinato de George Floyd, quien perdió la vida bajo custodia policial, desatando una ola de indignación nacional.
Miles de manifestantes marcharon por la capital estadounidense en horas de la tarde rumbo al parque Lafayette, ubicado frente a la Casa Blanca, exigiendo justicia por el asesinato del afroamericano en Mineápolis.
Los manifestantes cerraron brevemente el tráfico en una vía principal donde se podía ver una fuerte presencia policial y barricadas. Una periodista de Fox News que se encontraba en el edificio presidencial escribió en un tuit que los funcionarios y trabajadores permanecen encerrados en las instalaciones.
En las imágenes se vio a la Policía vestida con equipos antidisturbios, poniéndose en posición alrededor del ala oeste del edificio, donde se encuentra la Oficina Oval.
El Servicio Secreto señaló en un comunicado que está actuando junto a otros organismos durante las protestas registradas para velar por la "seguridad pública" e instó a todos a "permanecer en paz".
El bloqueo en la Casa Blanca finalmente se ha levantado, ya que los manifestantes se dispersaron para trasladarse a otra parte de Washington.
En uno de los videos se escucha a un grupo de personas en la calle pidiendo que "la policía racista" se vaya, y repitiendo la frase "no puedo respirar", que fueron últimas palabras de Floyd el día de su muerte.
El pasado lunes la Policía de Mineápolis detuvo a Floyd por presunto "fraude en curso". Durante el arresto, uno de los agentes presionó el cuello del detenido con la rodilla durante al menos ocho minutos, a pesar de que el individuo estaba esposado en el piso y se quejaba de que no podía respirar. El hombre fue declarado muerto poco después en un hospital.
El video de la detención de Floyd, grabado por un testigo, fue difundido en las redes sociales y desató una ola de indignación inmediata que poco después acabó en disturbios.
Los agentes involucrados fueron despedidos, y el FBI pasó a ocuparse del asunto ante una posible violación de derechos civiles. Esta misma jornada, Derek Chauvin, el policía que fue visto en un video presionando con la rodilla de Floyd, fue arrestado por la Oficina de Aprehensión Criminal de Minnesota.