Si EE.UU. no aumenta sus capacidades navales, el potencial de su Armada podría eventualmente ser alcanzado y hasta superado por el de China, advirtió en un informe publicado este 21 de mayo por el Servicio de Investigación del Congreso de EE.UU. (CRS, por sus siglas en inglés).
La agencia pone de relieve los esfuerzos de la Armada del Ejército Popular de Liberación de China para lograr una constante modernización a lo largo de los últimos 25 años, gracias a los cuales el país asiático está conduciendo un número creciente de operaciones navales, y no solo en las zonas costeras de China, sino también en aguas más distantes, "incluidas las aguas más amplias del Pacífico occidental, el océano Índico y las aguas de toda Europa".
Esto —señala el CRS— plantea "un gran desafío" para la capacidad de la Armada de EE.UU. de ejercer "el control en tiempos de guerra" en alta mar del Pacífico occidental, el primer reto de este tipo desde el final de la Guerra Fría, que pone en peligro "el estatus de larga data de EE.UU. como la principal potencia militar en el Pacífico occidental".
La modernización militar de China abarca "una amplia gama de programas de adquisición de plataformas y armas", incluidos misiles balísticos y de crucero antibuque, submarinos, buques de superficie, aviones y vehículos no tripulados.
Según el CRS, los esfuerzos de Pekín en esta esfera estarían dirigidos —entre otras cosas— al mantenimiento de sus capacidades navales para poder (cuando surja la necesidad) abordar la situación con Taiwán por medios militares, lograr "un mayor grado de control o dominación" sobre el mar de la China Meridional, así como para disminuir el papel de EE.UU. en el Pacífico occidental y reemplazarlo como la principal potencia de la región y de todo el mundo.
"Con respecto al equilibrio de poder naval entre EE.UU. y China en general, los observadores estadounidenses y extranjeros generalmente evalúan que, si bien EE.UU. tiene más capacidad naval en general, el esfuerzo de modernización naval de China desde la década de 1990 ha reducido sustancialmente la ventaja de EE.UU.", reza el informe.
"Y si las líneas de tendencia actuales de las capacidades navales estadounidenses y chinas no cambian, Pekín eventualmente podría igualar o incluso superar a EE.UU. en la capacidad naval general", advierte el CRS.
En este contexto, la entidad plantea una serie de cuestiones que requieren la atención del Congreso: si EE.UU. está haciendo lo suficiente para mejorar su capacidad de contrarrestar las armas marítimas chinas, si debería pasar a una "arquitectura de flota más distribuida", y si el tamaño planificado de su Armada "será apropiado para contrarrestar el esfuerzo de modernización naval de China en los próximos años", a la hora de realizar otras misiones, como "la lucha contra las fuerzas militares rusas".
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