Un grupo de manifestantes ha causado destrozos en un barrio pobre de Filadelfia (Pensilvania, EE.UU.), prendiendo fuego a vehículos policiales y saqueando tiendas locales. En medio del caos, todos los negocios quedaron cerrados, pero la medida no los ha salvado del vandalismo.
En videos difundidos en las redes sociales se aprecian los daños que sufrieron los patrulleros, mientras los agentes se quedaban mirando cómo los alborotadores chocaban sus autos entre sí y los prendían fuego, dejándolos en llamas en medio de la calle.
Tiendas y farmacias locales fueron saqueadas. Según señaló el corresponsal de FOX 29 Steve Keely, los negocios que afrontaron destrozos no eran tiendas de lujo, sino sitios donde "la gente sin autos va a comprar comida, medicinas y ropa" y en los que se apoyan principalmente los residentes pobres de la ciudad para hacer compras esenciales.
La ira por la violencia policial sacude a EE.UU. por sexto día consecutivo tras la muerte este lunes del afroamericano George Floyd en Mineápolis (Minesota) a manos de un agente blanco que le presionó en el cuello con la rodilla durante la detención por más de ocho minutos ignorando sus quejas de que no podía respirar.
El alcalde de Filadelfia, Jim Kenney, impuso el toque de queda a partir de las 20:00 de este domingo (hora local) hasta las 6 de la mañana del lunes en un intento de apaciguar las protestas.
Donald Trump, por su parte, instó a que las autoridades restauren el orden en la ciudad "ahora mismo" y convoquen a la Guardia Nacional, como "finalmente" hicieron anoche en Mineápolis.