Tras la sexta jornada de protestas en EE.UU. por la muerte de George Floyd, manifestantes han prendido fuego la histórica iglesia de San Juan, cerca de la Casa Blanca. Al igual que en jornadas anteriores, las movilizaciones han derivado en intensos enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía.
El incidente se produjo poco después de que el rector de la Iglesia, Rob Fisher, anunciara este domingo que el templo ha sido reforzado y sus objetos de valor se han puesto a salvo después de sufrir vandalismo y grafitis en la estructura la noche del sábado.
"Esta mañana aseguramos, lo mejor que pudimos, nuestros objetos más valiosos", comentó Fisher en la misiva citada por medios estadounidenses.
Según los reportes, se han registrado varios incendios en la zona cercana a la residencia presidencial y todavía no han llegado los bomberos.
Sin embargo, el Departamento de Policía informó que está "respondiendo a los múltiples incendios que se han producido intencionadamente en la ciudad, incluyendo el de la Iglesia Episcopal de San Juan". La institución anunció que el templo es parte de la ciudad desde los años 1800, y recomendó evitar la zona.
Previamente, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, declaró el toque de queda en la capital. La medida rergirá desde las 11 de la noche del domingo hasta las 6 de la mañana del lunes.
Las movilizaciones en contra del abuso policial se han extendido por todo el país. Durante el fin de semana se registraron violentas confrontaciones entre los manifestantes y la Policía en las afueras de la residencia presidencial. Incluso, la Guardia Nacional se activó en la ciudad de Washington para ayudar a los agentes locales a manejar la situación.