Trump invoca la Ley de Insurrección de 1807 para desplegar militares y "resolver rápidamente el problema" con los disturbios
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha amenazado este lunes con desplegar al Ejército si los estados y las ciudades no logran detener los disturbios que sacuden al país por la muerte de George Floyd, el afroamericano que falleció a manos de la Policía cuando fue detenido el pasado 25 de mayo. Asimismo, recomendó a los gobernadores "desplegar a la Guardia Nacional para tomar las calles".
"Alcaldes y gobernadores deben establecer la presencia abrumadora de las fuerzas del orden hasta que la violencia sea sofocada", ha afirmado ante los periodistas, añadiendo que "si una ciudad o el estado se niega a tomar las acciones que son necesarias para defender la vida y la propiedad de sus residentes, entonces desplegaré a los militares de Estados Unidos y resolveré rápidamente el problema por ellos".
De ese modo, Trump invocó la Ley de Insurrección de 1807, una ley federal que le permite desplegar tropas en el territorio estadounidense para reprimir el desorden civil, la insurrección y la rebelión. La ley fue invocada por última vez durante los disturbios por la brutal agresión contra Rodney King en 1992 en Los Ángeles.
Asimismo, los gobernadores pueden solicitar que el Gobierno federal envíe tropas en servicio activo para ayudar en caso de disturbios civiles, como las protestas generalizadas que sacuden a varias ciudades del país en los últimos días.
"Estoy movilizando todos los recursos federales disponibles, civiles y militares, para detener el disturbio y saqueo, para poner fin a la destrucción e incendio provocado y para proteger los derechos de los estadounidenses respetuosos con la ley, incluso sus derechos de la Segunda Enmienda", ha comunicado el inquilino de la Casa Blanca.
"En estos momentos, estoy enviando a miles y miles de soldados fuertemente armados, efectivos militares y agentes del orden público", ha declarado.
Las multitudinarias manifestaciones se producen a raíz de la muerte de Floyd, poco después de ser detenido por presunto "fraude en curso". El hombre, de 46 años, murió en un hospital después de que el policía Derek Chauvin le pusiera la rodilla en el cuello más de 8 minutos durante su arresto. El agente fue detenido el 29 de mayo y se le ha acusado de asesinato y homicidio involuntario de tercer grado.
Una autopsia independiente, encargada por la familia de George Floyd, ha determinado que la muerte del afroamericano fue "un homicidio causado por asfixia debido a la compresión del cuello y la espalda que condujo a una falta de flujo sanguíneo al cerebro". El peso del oficial en la espalda, las esposas y el posicionamiento fueron factores contribuyentes, porque perjudicaban la capacidad de funcionamiento del diafragma de Floyd, dice el informe, que concluyó que Floyd murió en el lugar.
La familia del fallecido decidió encargar una autopsia independiente, después de que se revelaran los resultados preliminares del examen realizado por los forenses del condado de Hennepin (Minnesota), quienes no encontraron pruebas físicas que respaldaran un diagnóstico de asfixia traumática o estrangulamiento, sino que alegaron que la muerte ocurrió como resultado de la combinación de las circunstancias de su detención, problemas de salud y, probablemente, sustancias tóxicas que habría consumido la víctima.