La ciudad de Río de Janeiro comienza este martes un plan de apertura económica gradual con la reapertura de algunos negocios y la reanudación de actividades deportivas y de culto.
El alcalde de la ciudad, Marcelo Crivella, dijo que la reapertura será "lenta, gradual y segura" y estará dividida en seis fases, cada una de ellas con una duración de 15 días.
En la "fase 1", que comienza este martes, se permiten las actividades deportivas en centros de entrenamiento y en el paseo marítimo, así como los deportes acuáticos. No se permitirán actividades en la arena y tampoco el uso de saunas y piscina.
Por otro lado, se podrá acudir a las iglesias siguiendo el correspondiente protocolo de desinfección y las medidas de distanciamiento social. Además, se reabrirán las tiendas de decoración y los concesionarios de automóviles. Las cafeterías, bares y restaurantes seguirán con las entregas a domicilio.
Sin colas en la UCI
Crivella explicó que la decisión de reabrir se tomó porque ya no hay colas en las unidad de cuidados intensivos de la red pública. Asimismo, calculó que "la fase 6" está previsto que finalice a agosto, pero todo depende de que no haya un aumento de casos de contagios.
El estado de Río de Janeiro suma 54.530 contagiados y 5.462 fallecidos, lo que le convierte en el segundo estado con más afectados por la pandemia por detrás de Sao Paulo, que la semana pasada también anunció la reapertura gradual de la economía. Tan solo la ciudad de Río de Janeiro, donde desde mediados de marzo se aplica una cuarentena parcial, superó los 30.000 casos y registró 3.671 muertes.
Por su parte, Flávio Graça, superintendente de Vigilancia Sanitaria, comentó que toda la elaboración del plan se basó en datos científicos y siempre teniendo en cuenta la capacidad del sistema de salud para hacer frente a cualquier impacto en la curva como consecuencia de la reapertura de las actividades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió el lunes que América Latina es en estos momentos "la zona roja" de transmisión de coronavirus y la situación "está lejos de ser estable". En Brasil, el número de fallecidos alcanzó los 29.937 y acumula 526.447 casos confirmados, lo que le sitúa en el segundo país con mayor número de contagiados a nivel mundial, por detrás de EE.UU.