La reciente declaración del director de la unidad de cuidados intensivos del hospital universitario San Raffaele de Milán, Alberto Zangrillo, de que el nuevo coronavirus "ya no existe desde el punto de vista clínico", ha causado polémica entre los científicos de varios niveles, quienes en su mayoría rechazan dicho enfoque en relación con el SARS-CoV-2.
Zangrillo se apoyó en las conclusiones de un estudio, aún no publicado, realizado por el director del Instituto de Virología de la Universidad San Raffaele, Massimo Clementi, y el profesor Guido Silvestri, de la Universidad Emory (EE.UU.), y en una entrevista con la cadena italiana Rai 3 el pasado domingo, declaró que los hisopados realizados en los últimos 10 días mostraron una carga viral que en términos cuantitativos es "absolutamente infinitesimal" en comparación con los realizados hace uno o dos meses.
¿Alguien apoya a Zangrillo?
Matteo Bassetti, director de la clínica de enfermedades infecciosas del hospital San Martino en Génova, también declaró este lunes que el nuevo coronavirus ya no es el mismo, según su experiencia. El virus "ahora puede ser diferente: la potencia de fuego que tenía hace dos meses no es la misma potencia de fuego que tiene hoy".
"Actualmente, el nuevo coronavirus circula menos, es decir, la carga viral en circulación entre la población ha disminuido y este es el efecto tanto del bloqueo como de las medidas aún vigentes, como el uso de las máscaras y el distanciamiento: esto ha determinado que haya menos casos y que sean menos graves", dijo, citado por ANSA.
Hace un mes, el director del Instituto Mario Negri de Investigaciones Farmacológicas en Milán, Giuseppe Remuzzi, también sugirió que el nuevo coronavirus podría perder su potencia y desaparecer incluso antes de que se desarrolle una vacuna efectiva. "La enfermedad es menos agresiva en comparación al inicio de la pandemia y, para cuando esté la vacuna del coronavirus, puede que ya haya desaparecido", señaló entonces.
Fuertes reacciones
No obstante, las declaraciones de Zangrillo han provocado una rápida reprimenda tanto en Italia como a nivel internacional. Así, el presidente del Consejo Superior de Salud del Ministerio de Salud italiano, Franco Locatelli, que es médico y académico, ha expresado su "gran asombro y desconcierto absoluto por las declaraciones hechas por el profesor Zangrillo".
"Basta con mirar la cantidad de casos nuevos que se confirman cada día para tener evidencia de la circulación persistente del virus en Italia", le cita ANSA. Locatelli insistió en que es necesario "continuar en el camino de la responsabilidad del comportamiento individual, para no desanimarse a través de declaraciones peligrosas que olvidan el drama que ha experimentado este país".
Por su parte, la subsecretaria del Ministerio de Salud, Sandra Zampa, calificó la declaración de Zangrillo de "un mensaje equivocado que puede confundir a los italianos" y subrayó que si la situación ha mejorado es "gracias a las medidas de contención tomadas por el Gobierno". La funcionaria instó a "no fomentar comportamientos arriesgados" desde el punto de vista de la salud "a la espera de evidencia científica para respaldar la tesis de que el virus ha desaparecido".
La polémica sobre la 'desaparición' del coronavirus se produce en un momento importante, cuando Italia está levantando medidas de cierre y está a punto de permitir los viajes interregionales. En este contexto, la subsecretaria Zampa señaló que se invita "a los italianos a ser extremadamente cuidadosos".
El SARS-CoV-2 sigue siendo un virus mortal
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) tampoco pasó desapercibida la declaración de Zangrillo y advirtió este lunes que el virus no se había vuelto menos letal de repente.
"Esto sigue siendo un virus mortal", subrayó este lunes el director de Emergencias Médicas de la OMS, Michael Ryan, durante una rueda de prensa virtual. "Debemos ser excepcionalmente cuidadosos para no crear la sensación de que, de repente, el virus, por su propia voluntad, ahora ha decidido ser menos patógeno. Ese no es el caso en absoluto", reiteró, añadiendo que la OMS necesitaría estudiar con detalle los hallazgos de dicho estudio.
"Puede que no sea el caso de que el virus se esté volviendo menos potente, puede ser el caso de que nosotros, como comunidad y como globo, estamos reduciendo con éxito el número, la intensidad y la frecuencia de exposición a ese virus, que luego a la vista de ello, se ve más débil", concluyó.