Luego del homicidio de George Floyd en EE.UU., crece la preocupación por el racismo en muchos países. En Argentina, la discriminación contra personas afrodescendientes también está presente, principalmente sobre los migrantes, pero incluso para los nacidos en ese país sudamericano, que muchas veces son vistos como extranjeros en su propia tierra.
"Para el imaginario de la gente, algunos piensan que los africanos ni siquiera van a la escuela, ni te hablo de la universidad", comenta Boubacar Traore, profesor senegalés de Historia del Arte. El entrevistado llegó a la nación del Cono Sur hace 26 años, y ya logró superar muchos prejuicios sociales. Así, hoy es curador de arte, conferencista y un hombre reconocido en el mundo académico.
Para Traore, en Argentina hay discriminación, pero no se da en magnitudes tan graves, como ocurre en otras partes del mundo: "Acá es un racismo fino, no es brutal. No es un racismo grotesco. No te van a quemar la casa, ni nada por el estilo, pero aparece siempre cuando hay una lucha por el poder. Ahí sí te muestran el color".
No obstante, para muchos compatriotas que migraron desde Senegal la realidad es muy distinta. Según los registros oficiales, entre 2011 y 2015 llegaron al país latinoamericano más de 4.000, pero se cree que en verdad hay más.
"No es por casualidad que llegan a la vía pública"
En medio de las dificultades para conseguir un empleo, en su gran mayoría se abocan a la venta ambulante. El oficio conlleva varias dificultades, porque es una actividad prohibida por las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires: los operativos policiales para secuestrar la mercadería son constantes, y se viven muchos momentos de tensión.
Federico Muiña, fotógrafo y periodista que registró esta clase de circunstancias, señala que hay "xenofobia y violencia" contra esa comunidad. Y añade: "Todo lo que te podés imaginar, pero un poco más. A los vendedores ambulantes en general y a los senegaleses en particular".
"No es por casualidad que llegan a la vía pública. Hay una puerta que se les cierra cuando van a buscar el empleo en situación de dependencia", acota el presidente del Instituto Argentino para la Igualdad, Diversidad e Integración (IARPIDI), Nengumbi Celestin Sukama.
El antecedente histórico
Para concluir, la socióloga e investigadora Gisele Kleidermacher señala que en 1800 —la Revolución de Mayo se gestó hacia 1810— el 30 % de la población en la Ciudad de Buenos Aires era afrodescendiente. "Posteriormente, con la construcción de la nación argentina, se creó un mito más ligado a la idea de un país blanco y europeo, que es lo que se consideraba el ícono de la civilización", cuenta la académica.
Y finaliza: "Comenzó a conformarse una narrativa que invisibilizó a esta población, que estaba presente en el territorio nacional".