Nuevas rutas, escasez de drogas y aumento de precios: el impacto de la pandemia en el narcotráfico

Organismos internacionales explican los cambios que el coronavirus produjo en el multimillonario mercado ilegal de sustancias.

Las organizaciones criminales comenzaron a buscar nuevas rutas porque el cierre de fronteras decretado para evitar la propagación del coronavirus complica el tráfico de drogas ilegales, sobre todo por tierra y por aire. Y ante la escasez de sustancias, en algunos países ya se reportan alzas de precios.

Estas son las principales conclusiones del informe 'Covid 19 y la cadena de suministro de drogas: desde la producción y el tráfico hasta el uso', realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), a propósito del impacto de la pandemia en un mercado ilegal que produce ganancias anuales de alrededor de 300.000 millones de dólares.

"Las medidas implementadas por los gobiernos para frenar la pandemia de Covid-19 han provocado la interrupción de las rutas de tráfico de drogas por aire, así como una reducción drástica de transporte por tierra", señala el documento.

Algunas cadenas de suministro de drogas han sido interrumpidas, agrega el reporte, y los narcotraficantes están buscando rutas alternativas, incluidas las marítimas, dependiendo de la mercancía.

De acuerdo con el organismo, en el caso de drogas sintéticas como la metanfetamina, que tienden a ser traficadas por vía aérea, más que otros tipos de drogas, es probable que las restricciones a los viajes en avión tengan un efecto particularmente drástico.

La cocaína, en cambio, es mayormente trasladada por vía marítima, por lo que en los últimos meses, a pesar de la pandemia, se siguen detectando grandes cargas en los puertos europeos. Con la heroína, las organizaciones criminales usan principalmente rutas terrestres, pero debido al cierre y a la mayor vigilancia de fronteras, ahora la están llevando en barcos, lo que quedó demostrado con recientes incautaciones de opiáceos en el Océano Índico.

El cannabis no registra cambios de ruta, ya que generalmente se produce cerca de los mercados de consumos, por lo que los traficantes dependen menos de los envíos largos y transcontinentales de grandes cantidades de la droga.

La UNODC explicó que varios países han reportado escasez de drogas a nivel minorista, lo que puede conducir a una disminución general del consumo, pero principalmente de las drogas que se consumen en entornos recreativos.

"Sin embargo, en el caso de la heroína, una escasez en el suministro puede conducir al consumo de sustancias nocivas producidas en el país. Europa, el sureste de Asia y América del Norte han informado sobre la escasez y algunos países del antiguo continente han advertido que los consumidores se han cambiado a fentanilo y sus derivados", advierte el informe.

El documento también revela que se ha reportado un aumento en el uso de productos farmacéuticos como los benzodiacepinas, que ya duplican su precio en ciertas áreas.

"Otro patrón dañino resultante de la escasez de drogas es el aumento en el uso de drogas inyectables y el uso compartido de equipos de inyección, que conlleva el riesgo de propagar enfermedades como el VIH / SIDA, la hepatitis C y el propio Covid-19", destaca el reporte.

Además, los especialistas indican que el riesgo de sobredosis también puede aumentar entre quienes se inyectan y tienen coronavirus.

América Latina

El organismo de Naciones Unidas precisó que la producción de cocaína parece tener obstáculos en Colombia, ya que hay escasez de gasolina, un químico esencial que los narcotraficantes introducían desde Venezuela, generalmente por contrabando.

"Las cadenas de suministro parecen estar fuertemente afectadas por los controles policiales, lo que podría llevar a los productores a almacenar grandes cantidades de la droga dentro del país ", afirmó.

Mientras en Colombia se mantienen los programas de erradicación de cultivos, en Bolivia la pandemia está limitando la capacidad de las autoridades para controlar la siembra de la planta, lo que podría conducir a un aumento en la producción. En Perú, en tanto, se registra una caída en el precio de la cocaína, lo que sugiere una reducción en las oportunidades de tráfico.

"Esto puede desalentar el cultivo de arbusto de coca a corto plazo, aunque la crisis económica que se avecina puede llevar a más agricultores a dedicarse al cultivo de coca en todos los principales países productores", señaló la UNODC.

El impacto de las medidas para controlar la pandemia en Colombia, Bolivia y Perú, los tres países productores de cocaína, se refleja en la escasez de esta sustancia en EE.UU.

Las limitaciones que está encontrando el narcotráfico ya provocaron, también, que en Brasil se reporten fuertes aumentos de precios de las drogas, mientras que en México, la escasez de precursores químicos parece haber interrumpido la fabricación de metanfetamina y fentanilo.

En otro informe titulado 'Lavado de activos y Covid-19. Ganancias y Pérdidas', la UNODC explicó que el distanciamiento social redujo el trabajo de los agentes de la ley que investigan el lavado de dinero del crimen organizado y del terrorismo, ya que no pueden acceder a sistemas seguros de inteligencia desde sus casas, en donde deben permanecer para cumplir con la cuarentena.

"Esto ha disminuido las capacidades para el seguimiento de los casos de lavado de activos y financiamiento del terrorismo. Algunos reporteros de actividades / transacciones sospechosas también han tenido dificultades para enviar informes", señaló.

El organismo precisó que el lavado de dinero por mensajería en efectivo se ha reducido significativamente a través de puertos y aeropuertos, pero no está claro si los delincuentes organizados buscarán métodos alternativos de remesas como criptomonedas o transferencias bancarias, o esperarán la reapertura de las fronteras.

"Las ganancias permanecen en el corazón del crimen organizado transnacional. La amenaza continuará evolucionando y persistirá durante y después de la pandemia", aseguró.

Europa

Europol, la agencia policial europea, y el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (OEDT), ya habían desglosado en un informe los cambios que se esperaban en el narcotráfico en la región a partir de la pandemia.

El estudio titulado 'Mercado de drogas en la Unión Europea. Impacto del Covid-19' señala que la crisis sanitaria afectará las estructuras y la dinámica del narcotráfico, e incluso alertó sobre un posible incremento de la violencia entre organizaciones criminales que se disputarán la producción, distribución y venta, en un contexto de restricción de movimientos de los ciudadanos y fuertes controles policiales.

"Con el tráfico callejero gravemente afectado por las restricciones de movimiento, los consumidores y los distribuidores recurren cada vez más a métodos alternativos, incluido el uso de mercados de redes oscuras, plataformas de redes sociales y aplicaciones de comunicación cifradas, con pagos sin efectivo y menos interacciones cara a cara", explicó.

Aunque la logística puede haber cambiado, aclaran, el movimiento de grandes cantidades de drogas entre los Estados miembros de la Unión Europea no ha cesado a pesar de los controles fronterizos, debido a que se ha mantenido el transporte comercial de mercancías en el Continente.

"Hay menos evidencia de interrupción en el nivel de importación mayorista. El tráfico de drogas por transporte marítimo continúa a niveles similares al período previo a la pandemia, aunque ha habido una marcada interrupción en el contrabando por el transporte aéreo de pasajeros", afirmó.

El informe añadió que el tráfico de cocaína a través de contenedores de envío marítimo continúa a niveles comparables a 2019, pero las incautaciones sí han aumentado en algunos países a partir de la pandemia, mientras que el tráfico de heroína parece continuar a lo largo de muchas de las rutas conocidas, como la de los Balcanes.

Por otra parte, sostiene el informe, la presencia de la Covid-19 ha exacerbado la interrupción de la cadena de suministro de resina de cannabis desde Marruecos hacia la Unión Europea.

"Esto, junto con el almacenamiento de cannabis a base de hierbas por parte de los consumidores, ha provocado una escasez de cannabis y un aumento de los precios. También se ha informado de escasez localizada de heroína, lo que podría conducir a un cambio a sustancias alternativas, por ejemplo, opioides sintéticos", indicó.

Si bien la demanda de cannabis y heroína se mantiene en gran medida estable, según el reporte, la demanda de drogas sintéticas utilizadas en entornos recreativos ha disminuido significativamente debido al cierre de clubes, entornos de vida nocturna y eventos musicales, sin que ello signifique que ha dejado de producirse.

Cecilia González