Un estudio mide el impacto de la pandemia en la vida cotidiana de los argentinos
Un estudio científico reveló que la pandemia empeoró la calidad del sueño de los argentinos y les provocó más malestares psicológicos, sobre todo a las mujeres, además de que redujo los ingresos de los hogares, pero a pesar de cualquier efecto negativo, la inmensa mayoría reconoce la gravedad del coronavirus y asume su responsabilidad para evitar la propagación de la enfermedad.
El informe, realizado por investigadores del prestigioso Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), se basó en una encuesta en línea que respondieron 30.269personas,entre el 30 de marzo y el pasado 12 de abril del 2020, es decir, durante la primera etapa de la cuarentena obligatoria, y cuyos resultados se dieron a conocer esta semana.
La intención fue medir el impacto psicosocial del covid-19 y del aislamiento, así como las estrategias para enfrentar la crisis sanitaria.
Uno de los primeros datos a destacar es que 95 % de los encuestados considera que el coronavirus es un problema de salud grave o muy grave, pero la mitad cree que sólo afecta a determinados grupos poblacionales.
Investigadoras/es del CONICET realizaron un estudio sobre las primeras semanas de cuarentena. El informe Tiara describe el impacto en los cambios de conducta y en la salud mental durante la primera etapa del aislamiento.https://t.co/La7hS3i9dR
— CONICET Dialoga (@CONICETDialoga) June 2, 2020
Más allá de estas consideraciones, 89 % reconoció que estaba cumpliendo la cuarentena obligatoria, decretada por el presidente Alberto Fernández desde el pasado 20 de marzo.
Sobre los cambios de conducta a partir de la pandemia, el 95 % dijo que aumentó la frecuencia del lavado de manos, mientras que el 91 % dejó de dar saludos con un beso y el 86 % ya se cubre con el codo al estornudar o toser.
Uno de los principales impactos es el económico, ya que el 55 % dijo que los ingresos del hogar se habían reducido.
El 48,8 % reveló que duerme peor o mucho peor que antes de la pandemia. Pero de este universo, el 52 % son mujeres y solo un 36 %, varones.
Con respecto a la salud, el 68 % está más atento a los síntomas de su cuerpo, y aunque el 19 % dijo que tiene problemas de salud, una de cada cuatro de esas personas tuvo que interrumpir sus tratamientos, estudios o controles de salud total o parcialmente debido a la pandemia.
¿Cuáles son las preocupaciones?
Para el 93 %, su principal preocupación es que alguien de su familia se contagie de coronavirus, y en una escala menor, que se enfermen o tengan alguna emergencia y no se les atienda. Al 64 % le preocupa no poder trabajar y quedarse sin ingresos. Por el contrario, lo que menos le importa al 88 % de los encuestados, es el supuesto aburrimiento que se puede padecer durante el aislamiento.
La preocupación por la violencia doméstica, que es una problemática presente y denunciada en gran parte de los países, es mayor entre las mujeres, los jóvenes y las personas con vulnerabilidad social, que entre los hombres.
Por otra parte, el 48 % padece malestares psicológicos, pero si se desagrega por género, en esta situación se encuentra el 52 % de las mujeres frente a un 29 % de varones. En los jóvenes, asciende al 60 %.
Sobre los aspectos más positivos, el 81 % valora a la cuarentena como una contribución para detener el coronavirus, pero además ha desarrollado estrategias para enfrentar el encierro.
El 84 % se comunica a diario con familiares y amigos, el 77 % se conecta a redes sociales, el 65 % ve películas y series y el 60 % cocina.
Uno de cada cuatro, además, dejó de escuchar o leer noticias, que es una de las recomendaciones que han dado profesionales de la salud para evitar la angustia por sobreinformación y desinformación.