Los agentes emplearon granadas aturdidoras para dispersar a los manifestantes, que se reunieron en la ciudad de Seattle (Washington). Se informa que la protesta era de carácter pacífico hasta que la Policía dio la orden de dispersión.
Se dio a conocer que este sábado, una gran multitud de trabajadores médicos participaron en la manifestación contra el racismo y la brutalidad policial. "La violencia policial y el racismo son una emergencia de salud pública", decían algunas pancartas.
Por su parte, el Departamento de Policía de Seattle publicó en su cuenta de Twitter que los manifestantes empezaron a mover las barricadas, a pesar de las "múltiples solicitudes" para que se detuviesen. Asimismo, afirmaron que les arrojaron piedras, botellas y explosivos a los agentes, y varios oficiales resultaron heridos.
Según informes, durante las cargas policiales, que se produjeron alrededor de las 20:00 horas, también se usó gas lacrimógeno, aunque no ha sido confirmado. Asimismo, se reportó que los policías se colocaron máscaras de gas.
Un día antes, la jefa de policía de Seattle, Carmen Best, anunció que la ciudad suspendería el uso de gases lacrimógenos contra los manifestantes durante 30 días. No obstante, especificó que la prohibición temporal solo se aplica al gas lacrimógeno, pero no a las granadas aturdidoras, el spray de pimienta y otras herramientas y tácticas de control de multitudes.
Desde la semana pasada, varias ciudades de EE.UU. están siendo sacudidas por las multitudinarias protestas a raíz de la muerte de George Floyd, un afroamericano de 46 años, quien falleció a causa de "un paro cardiopulmonar" poco después de ser detenido por presunto "fraude en curso".
Derek Chauvin, el ya exagente de la Policía de Mineápolis que se arrodilló sobre el cuello de Floyd, fue arrestado el pasado viernes y afronta cargos por asesinato y homicidio involuntario en tercer grado.