La India dice que acordó con China resolver pacíficamente las tensiones fronterizas en el Himalaya

Nueva Delhi y Pekín seguirán adelante con sus compromisos militares y diplomáticos con el objetivo de resolver las tensiones a lo largo de su disputada frontera del Himalaya, ha anunciado el 7 de junio el Ministerio de Relaciones Exteriores de la India.

De acuerdo con un comunicado de esa Cancillería, la decisión fue tomada tras una reunión entre los comandantes militares indios y chinos en un puesto fronterizo en la región del Himalaya, que se celebró el pasado sábado en un "ambiente cordial y positivo".

China y la India trasladan tropas a la frontera: ¿Qué está pasando y por qué?

"Ambas partes acordaron resolver pacíficamente la situación en las áreas fronterizas de acuerdo con varios acuerdos bilaterales y teniendo en cuenta el acuerdo entre los líderes de que la paz y la tranquilidad en las regiones fronterizas entre la India y China son esenciales para el desarrollo general de las relaciones bilaterales", reza el comunicado.

El documento también señala que este año se celebra el 70.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la India y China, por lo que las partes "acordaron que una resolución temprana contribuiría al desarrollo de su relación".

La parte china aún no ha comentado la reunión.

• China y la India mantienen disputas abiertas sobre territorios dentro de la zona del Himalaya y se enfrentaron en 1962 en una guerra fronteriza de un mes, que dejó más de 10.000 muertos y culminó con la victoria de Pekín
• A finales del pasado mes de mayo, Pekín y Nueva Delhi reforzaron su presencia militar en zonas disputadas a lo largo de la frontera no demarcada de 3.488 kilómetros entre las dos naciones después de que el pasado 5 de mayo, soldados de las dos potencias nucleares se enfrentaron en las orillas del lago Pangong Tso en la meseta tibetana
• La escalada anterior entre los dos países se registró en el 2017, cuando China comenzó a construir una carretera en la meseta de Doklam que derivó en amenazas de guerra que terminaron en puñetazos y pedradas entre soldados de ambos Ejércitos, hasta que ambas potencias nucleares acordaron retirar sus tropas del lugar a finales de agosto del 2017