En medio de la pandemia global por el covid-19, México obtuvo un préstamo por 1.000 millones de dólares del Banco Mundial (BM). La solicitud fue realizada por el Ejecutivo mexicano el 19 de mayo y aprobado por el organismo 12 días después, el 31, con una comisión inicial de 0,25 % sobre el monto total.
El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, explicó en un hilo de su cuenta oficial de Twitter que "este crédito no es adicional a la deuda autorizada por el Congreso y no va financiar el programa de respuesta al covid-19".
El funcionario señaló que el Préstamo para Políticas de Desarrollo (DPL) forma parte de las necesidades generales de financiamiento del Gobierno mexicano, es decir, que esta deuda forma parte del presupuesto anual previsto, y no representa un monto extraordinario como consecuencia de la crisis de covid-19.
Medidas de austeridad
El tema adquirió relevancia debido a que el Gobierno mexicano había justificado recortes de hasta 75 % en varios sectores de la administración pública para no aumentar la deuda.
"Lo del crédito es una operación de rutina, que se solicitó como parte del manejo de las finanzas. Nosotros seguimos sosteniendo que no va a aumentar la deuda en términos reales. No la aumentamos el año pasado y este año queremos que no aumente en relación al PIB, por eso estamos tomando medidas, sobre todo en términos de austeridad", dijo López Obrador en su conferencia matutina del 8 de junio.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, México registra una deuda de 52,8 % del Producto Interno Bruto. Actualmente, el tamaño de la economía mexicana es de 18 billones de pesos (alrededor de 1,2 billones de dólares).
La deuda mexicana ha crecido de manera sostenida desde 2008, cuando apenas registraba un 21 % del PIB.
El mandatario estimó que las medidas de austeridad permitirán un ahorro cercano a los 500.000 millones de pesos (23.160 millones de dólares), debido a que la Secretaría de Hacienda va a concentrar fondos de los fideicomisos. También anunció que parte de la deuda servirá para dar un aumento de 50.000 millones de pesos (2.316 millones de dólares) para los sectores más vulnerables por el covid-19 y seguir reforzando el equipamiento de hospitales.
La depreciación del peso y la deuda
López Obrador también señaló que pedirá autorización a la Cámara de Diputados para hacer un reajuste en el presupuesto de este año, tomando en cuenta la crisis por la pandemia del coronavirus.
"Estamos enfrentando la caída en la economía por los efectos del coronavirus", señaló el presidente, enfatizando que se trata de un fenómeno global que no solamente afecta a México.
Explicó que uno de los factores que ha aumentado el costo de la deuda mexicana, de la cual buena parte está contratada en dólares, tiene que ver precisamente con la depreciación del peso mexicano.
"Al haber una depreciación del peso nos aumenta la deuda. Afortunadamente el peso se ha ido recuperando, llegamos a estar a 25 pesos por dólar y estamos por debajo de los 22 pesos por dólar. Esto es muy bueno. La depreciación del peso, desde que llegamos a la fecha, es de 7 % aun con la crisis", apuntó.
Actualmente, el peso se cotiza en 21,59 pesos frente al dólar. Al principio del mandato de López Obrador, en diciembre de 2018, la cotización se ubicaba en 20,17 pesos por dólar.