El oficial que disparó fatalmente este viernes a Rayshard Brooks, un afroamericano de 27 años que ofreció resistencia cuando estaba siendo arrestado en Atlanta (EE.UU.), ha sido despedido. Mientras tanto, su compañero fue puesto en servicio administrativo, informó la Policía.
Las autoridades identificaron a los dos agentes involucrados como Garrett Rolfe y Devin Bronsan, quienes se unieron a la Policía local en 2013 y 2018, respectivamente. Las medidas disciplinarias se producen en medio de las manifestaciones que estallaron en la ciudad el sábado por la noche tras difundirse imágenes sobre la detención del joven y aseguraban que estaba desarmado.
Un video difundido en las redes sociales muestra a los oficiales forcejeando con Brooks en el suelo, mientras este trata de agarrar el arma de electrochoque de uno de ellos. Posteriormente, da un puñetazo en la cara a uno de los agentes y tras escapar, recibe varios disparos hasta que logran abatirlo.
En medio de la polémica sobre el abuso de la fuerza policial, se han revelado nuevas imágenes que confirmarían el hecho de que el joven agarró la pistola eléctrica y apuntó contra los oficiales.
"Estos nuevos videos indican que durante una lucha física con los oficiales, Brooks obtuvo uno de los tásers del oficial y comenzó a huir de la escena", declaró la Oficina de Investigación de Georgia.
En este contexto, la jefa de Policía local Erika Shields, presentó su renuncia, afirmando que ha cumplido su trabajo durante más de dos décadas, pero debido a las circunstancias había ofrecido "dar un paso al costado".
"El Departamento de Policía de Atlanta tiene todo mi apoyo, y la alcaldesa Bottoms tiene mi apoyo en la futura dirección de este Departamento. Tengo fe en la alcaldesa, y es hora de que la ciudad avance y construya la confianza entre las fuerzas del orden y las comunidades a las que sirven", expresó Shields a través de un comunicado.
Por su parte, la alcaldesa de la ciudad, Keisha Lance Bottoms, consideró que la actuación de Rolfe no responde a un "uso justificado de la fuerza letal" y solicitó el "despido inmediato del oficial", al tiempo que aceptó la renuncia de la jefa de Policía.
El caso de Rayshard Brooks
La Policía de Atlanta recibió una llamada el viernes 12 de junio alertando sobre un joven, presuntamente en estado de ebriedad, que estaba durmiendo en el interior de un vehículo.
Las autoridades aseguran que, tras dar positivo en la prueba de alcoholemia, trataron de detener a Rayshard Brooks, pero este no colaboró y les arrebató una pistola táser, intentó huir y durante la persecución los agentes abrieron fuego.
La víctima fue trasladada a un hospital, donde falleció poco después. Uno de los agentes implicados también tuvo que ser atendido por una lesión, aunque fue dado de alta posteriormente.