El presidente de EE.UU., Donald Trump, prorrogó este miércoles durante un año las sanciones contra Corea del Norte, introducidas en 2008.
"La existencia y el riesgo de proliferación de material físil utilizable en armas en la península de Corea y las acciones y políticas del Gobierno de Corea del Norte siguen planteando una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de EE.UU.", señala un comunicado publicado por la Casa Blanca.
Este martes, Pionyang destruyó la oficina de enlace intercoreana, que se encontraba en la región industrial norcoreana de Kaesong, a pocos kilómetros de la frontera. La parte surcoreana había señalado que el suceso se produjo "luego de las amenazas casi diarias" por parte de Corea del Norte "de castigar a Seúl por folletos de propaganda anti-Pionyang".
Al día siguiente, el Estado Mayor General del Ejército Popular de Corea del Norte anunció que moverá las tropas hacia la zona industrial de Kaesong y la región del monte Kumgang, ubicadas cerca de la frontera con el Sur.