El exdirector ejecutivo de la compañía de tecnologías de pago alemana Wirecard AG, Markus Braun, ha sido arrestado este martes tras ser acusado de inflar el balance contable de la firma con el propósito de hacerla parecer financieramente más estable y más atractiva para los inversores y clientes.
Desde la Fiscalía de Múnich han confirmado la detención de Braun, precisando que el acusado se ha entregado voluntariamente a las autoridades en la tarde del lunes.
Se prevé que Braun comparezca ante la Justicia el martes, tras lo cual se decidirá si debe permanecer bajo custodia.
Braun, quien permaneció al frente de Wirecard durante largos años, renunció a su cargo la semana pasada luego de que una auditoría efectuada por Ernst & Young revelara la existencia de un agujero contable en las cuentas de la firma por 1.900 millones de euros (2.100 millones de dólares), aproximadamente una cuarta parte del total de los fondos en sus balances.
A su vez, desde la compañía auditada reconocieron este lunes que la mencionada suma probablemente nunca existió.
"El Consejo de Administración de Wirecard estima, en base a un examen más detallado, que existe una probabilidad prevaleciente de que no existan saldos de las cuentas de fideicomiso bancario por un monto de 1.900 millones de euros", reza el comunicado emitido por la compañía en su página web.
El suceso crea un agujero negro que amenaza con engullir a la firma de pagos y empañar la reputación del regulador financiero de Alemania.
A día de hoy, la empresa mantiene conversaciones de emergencia con bancos y analiza la venta o el cierre de parte de su negocio para evitar una crisis de efectivo.
Felix Hufeld, jefe del Bafin, la agencia federal de supervisión financiera de Alemania, describió la crisis, en la que Wirecard ha perdido el 66 % de su valor (12.386 millones de euros) en un solo día, como un "desastre total".
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