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El número de contagios por coronavirus en Sao Paulo y Río de Janeiro aumenta durante la desescalada
Algunos estados de Brasil están retrocediendo en sus medidas de flexibilización ante el avance de la pandemia.
Sao Paulo y Río de Janeiro son los dos estados de Brasil más golpeados por el coronavirus, y su desescalada de la cuarentena, que comenzó a principios de junio, ha provocado un aumento del número de infectados.
Unos días después del comienzo de la flexibilización, el pasado 1 de junio, el número de muertos en Sao Paulo, con unos 46 millones de habitantes, registró un leve descenso, pero en los últimos días volvió a repuntar. Así, el martes, las autoridades de este estado, el más rico y poblado del país, informaban de la mayor cifra de decesos en 24 horas desde el inicio de la pandemia, con 434 muertes, lo que elevó el total de fallecidos a 13.068.
Además, los casos de infectados aumentaron hasta los 229.475. Los contagios, que antes se concentraban en la capital del estado, ahora impactan con más fuerza en el interior.
Cifras 10 veces mayores
Solo la capital tiene 6.607 muertes por coronavirus y 119.349 contagiados. Pero el gobierno de Sao Paulo sigue con su plan de flexibilización y estudia la posibilidad de que la urbe pase a la tercera de las cinco fases planeadas. Actualmente, la ciudad se encuentra en la fase naranja, en la que está permitida la apertura de ciertos tipos de negocios.
Un estudio de seroprevalencia realizado por la alcaldía de Sao Paulo calcula que la capital podría tener 1,16 millones de infectados por el covid-19, un número diez veces mayor que los datos oficiales, y que representa el 9,5% de la población.
"La encuesta muestra además un escenario real de mortalidad en la ciudad (...) de un 0,5%, o sea, cinco personas por cada 1.000 infectados", explicó el secretario municipal de Salud, Edson Aparecido.
Según Aparecido, "esto supone un dato de enorme importancia para el montaje de la estructura de salud para los próximos pasos para hacer frente a la pandemia en la ciudad". El jueves se decidirá si la urbe pasa a la próxima fase.
"Medidas prematuras"
El estado de Río de Janeiro sobrepasó el martes los 100.000 casos de contagios al registrar 100.869 infectados. El número de muertos llegó a los 9.153 y, entre ellos, 6.000 fueron en la capital. Como ocurre en Sao Paulo, los contagios se están concentrando también en el interior del estado.
Los especialistas critican que las medidas de flexibilización se tomaron de manera prematura. En la capital de Río de Janeiro el riesgo de infección pasó de moderado a alto en la última semana.
Sin embargo, el panorama que se vive en la ciudad está lejos de reflejar el aumento de contagios por la pandemia. Las imágenes que pasan en la televisión muestran a las personas aglomeradas para subir al transporte público y las playas llenas de gente.
"Tras el decreto de aislamiento social y pasado un periodo de tiempo determinado, el número de contagios fue cayendo", explicó a G1 el infectólogo Roberto Medronho, quien reiteró que las medidas de flexibilización están impactando en las cifras de contagio.
La ciudad se encuentra en la segunda fase de su desescalada y está previsto que la semana que viene entre en la tercera de las seis fases del plan, donde, entre otras cosas, se abrirán todos los comercios, restaurantes y bares con restricciones de capacidad.
En este contexto, esta semana dimitió el secretario de Salud de Río de Janeiro, Fernando Ferry, en medio de una crisis provocada por denuncias de corrupción durante la pandemia y que ha puesto de manifiesto la mala gestión de este estado.
Retrocesos en otros estados
Por otro lado, otros estados de Brasil están retrocediendo en sus medidas de flexibilización, como es el caso de Minas Gerais, en el sudeste, donde su capital Belo Horizonte no descarta implantar un 'lockdown' o confinamiento total. También en algunos estados del sur, como Paraná y Rio Grande do Sul, donde ahora comienza el invierno austral, se han vuelto a aplicar las restricciones ante el avance de la pandemia.
Los contagios totales en el gigante latinoamericano ascienden a 1.145.906 y 52.645 el número de muertos, aunque los expertos aseguran que las cifras reales están muy por encima de los datos oficiales por la ausencia de pruebas realizadas en el país.
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