La aerolínea bandera de Australia, Qantas, anunció este jueves que 6.000 de sus empleados serán despedidos, mientras que el servicio de otros 15.000 permanecerá suspendido, como hasta ahora, debido a la pandemia de coronavirus.
El presidente ejecutivo de la compañía, Alan Joyce, dijo que hubo planes de recuperar para julio el 40 % de los vuelos domésticos previos a la crisis sanitaria, pero ahora "está claro que es probable que los viajes internacionales se detengan por mucho tiempo". Por esta razón, Qantas quizás "se convierta en una aerolínea más pequeña", según recoge The Canberra Times.
De los 6.000 empleos que serán eliminados, unos 1.500 corresponden a los servicios de tierra, 1.050 a los tripulantes de cabina y 220 a los pilotos, 630 a ingenieros y mecánicos y más de 1.450 a miembros no operativos de la corporación. Los aviones más grandes han sido puestos fuera de servicio, lo que implica que casi 3.000 pilotos permanecerán retirados, ya que no habrá demanda en ese tipo de transporte durante algún tiempo, según Joyce.
Qantas decidió poner en marcha este plan después que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) difundiera su previsión de que los viajes internacionales tardarán más de tres años en recuperarse y volver a los niveles de 2019.
El Sindicato de Trabajadores del Transporte se manifestó decepcionado por las medidas anunciadas, pero espera que no sean tan dramáticas en el aeropuerto de Canberra, la capital, donde para el personal de tierra ya cambiaron drásticamente los horarios desde que la pandemia hizo aterrizar casi toda la aviación civil.
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