Las autoridades de Francia han iniciado la operación para desconectar de la red eléctrica nacional a la central nuclear de Fessenheim, la más antigua del país, que una vez completada experimentará un largo proceso de desmantelamiento.
La operación, similar a la que condujo al apagado del primer reactor de la central el pasado 22 de febrero, comenzó a las 16:30 de este lunes con una disminución gradual en la potencia de su segundo reactor, informa Le Monde citando a un portavoz de la operadora EDF.
Este segundo reactor se ralentizará gradualmente y se desconectará alrededor de las 23:30, completando la desconexión total de la instalación, ubicada en la región de Alsacia, en el noreste de Francia.
Antes de que se desmantelen los reactores, se deberá evacuar su combustible altamente radiactivo, un proceso que no se completará antes de 2023, según el calendario previsto.
Se prevé que la operación de desmantelamiento real, inédita en Francia a esta escala, comience en 2025 y continúe al menos hasta 2040.
En servicio desde 1977 y con capacidad de 900 megavatios, la central de Fessenheim ha sido fuente de preocupaciones por ubicarse en una zona sísmicamente inestable y vulnerable a inundaciones, entre otros motivos. En un discurso electoral en 2012, el entonces presidente de Francia, François Hollande, prometió cerrar sus instalaciones para 2017.
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