El ministro de Educación de Brasil, Carlos Alberto Decotelli, dimitió este martes a su cargo, apenas cinco días después que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, hiciera la designación.
La renuncia se da tras revelarse falsedades en su currículo. En concreto, fueron cuestionandos tres puntos de su plan de estudios: presunto plagio en la disertación de una maestría en la Fundação Getúlio Vargas (FGV); un doctorado en la Universidad Nacional de Rosario, Argentina, cuyo título no habría obtenido; y un posdoctorado en la Universidad de Wuppertal, Alemania, que no terminó.
La Universidad Nacional de Rosario desmintió que Decotelli tuviera un doctorado de esa casa de estudios; asimismo, la Universidad de Wuppertal negó la titulación; y, en cuanto a la maestría en la FGV, se estima que el ministro copió al menos cuatro extractos de otras tesis de maestrías para su trabajo final, según varias publicaciones hechas en Folha de S.Paulo.
Las revelaciones se hicieron apenas Bolsonaro oficializó el nombramiento el jueves pasado, que fue publicado en el Diario Oficial de la Unión. En su cuenta en Twitter, el mandatario destacó los títulos de Decotelli, tanto nacionales como internacionales, que luego fueron cuestionados.
Debido a la polémica que se generó en torno a las falsedades de Decotelli, su toma de posesión del cargo no había sido llevada a cabo hasta ahora.
Decotelli estuvo al frente del Fondo Nacional de Desarrollo Educativo (FNDE) entre febrero y agosto de 2019, y después pasó a la Secretaria de Modalidades Especializadas dentro del Ministerio de Educación.
Escándalos del predecesor
Con la nueva designación, el nuevo ministro de Educación sustituía a Abraham Weintraub, quien estuvo en el cargo 14 meses y dimitió el 18 de junio.
Su renuncia se produjo después de la divulgación de un video de una reunión ministerial, donde Weintraub defendió el arresto de miembros del Tribunal Supremo Federal, a quienes llamó "vagabundos".
Weintraub también protagonizó otro escándalo, cuando insinuó que el coronavirus habría sido producido en China, adrede, como "un plan para dominar el mundo".