Alertan que un petrolero abandonado cerca de Yemen está en riesgo de explotar y puede provocar un enorme desastre ambiental "en cualquier momento"
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió recientemente que un petrolero abandonado, cargado con más de un millón de barriles de petróleo y amarrado en un puerto de Yemen, está en riesgo de ruptura o explosión, por lo que puede causar daños ambientales masivos en la vida marina del Mar Rojo, así como en las plantas de desalinización y rutas de envío internacional, informa AP.
Según la agencia, el agua del mar se ha filtrado en el compartimento del motor del tanquero, que no ha recibido mantenido en más de cinco años y sufre daños en las tuberías, lo que ha aumentado su riesgo de hundimiento. Asimismo, algunas de sus partes se han cubierto de óxido y se han producido filtraciones de gas inerte. Ante esos hechos, los expertos advierten que las reparaciones ya son imposibles, porque el daño es irreversible.
Se reporta que, durante años, la ONU ha estado tratando de enviar inspectores para evaluar los daños del FSO Safer, buscar formas seguras de descargar el petróleo y llevar la nave a un lugar seguro. No obstante, los hutíes, que tienen bajo control el área donde permanece el barco, les han negado el acceso.
Según aseguran un diplomático europeo, un funcionario del Gobierno yemení y el propietario del petróleo, que hablaron bajo condición de anonimato, los rebeldes consideran el buque un "elemento disuasorio, como si tuvieran un arma nuclear".
"Lo dicen abiertamente a la ONU: 'Nos gusta tener esto como algo que mantener contra la comunidad internacional en caso de ataque'", dijo el diplomático. "Los hutíes son definitivamente responsables del fracaso de la ONU en lo que repecta al barco", señaló, y agregó que estos exigían inicialmente millones de dólares a cambio del petróleo almacenado en el tanquero.
Por su parte, Ian Ralby, fundador de IR Consilium, empresa que se especializa en seguridad marítima y de recursos, considera que es "inútil" esforzarse por enviar un equipo de evaluación al barco, ya que lo que se necesita, sostiene, es un equipo de rescate.
"Es una verdadera lástima que hayan desperdiciado tanto dinero y tiempo en esta operación inútil", comunicó Ralby. "Si se han tomando estos años para que un equipo simplemente evalúe, no tendremos una segunda oportunidad de salvarlo".
¿Por qué fue abandonado?
El FSO Safer es un buque de fabricación japonesa, de 360 metros de largo, que cuenta con 34 tanques de almacenamiento. Fue construido en la década de 1970 y vendido al Gobierno yemení en la década de 1980, por su capacidad para almacenar y transportar hasta tres millones de barriles bombeados dede los campos petroleros de Marib, una provincia en el este de Yemen.
Según un alto funcionario de la compañía estatal a cargo del tanquero, la empresa ya no podía permitirse –debido a la reducción del presupuesto operativo, que solía ser de unos 20 millones de dólares al año–, adquirir el combustible especial necesario para poner en marcha las calderas en el barco, indispensables para alimentar los generadores que, entre otras funciones, mantienen un gas inerte que evita el flujo de explosiones. Se precisó que para ello el petrolero requiere 11.000 toneladas de combustible, cuyo costo se situa en torno a 8 millones de dólares anuales.
"Después que se pararon las calderas, la gran mayoría de los equipos y las máquinas del cisterna se detuvieron, porque todos dependen de la potencia del vapor", dijo el funcionario de la compañía.
Posteriormente, a partir de 2015, el mantenimiento anual del barco se detuvo por completo y la mayoría de los miembros de la tripulación fueron trasladados a otras partes, toda vez que la coalición liderada por Arabia Saudí impuso un embargo terrestre, marítimo y aéreo, seguido por una campaña aérea destinada a desalojar a los hutíes de las áreas que tomaron.
En medio del desastre humanitario del país
Por su parte, la ONU alertó en varias ocasiones que el retraso en las medidas para proporcionar una solución segura en el arreglo del FSO Safer podría provocar en el Mar Rojo un desastre ambiental cuatro veces mayor que el derrame del Exxon Valdez en 1989 en la costa de Alaska, considerado como uno de los mayores en la historia.
Mientas tanto, el alto funcionario de la compañía estatal a cargo del barco señaló que un derrame similar en la costa de Yemen podría acelerar el empeoramiento del desastre humanitario del país.
"El desastre podría ocurrir en cualquier momento", advirtió. "Rescaten a Yemen de un terrible e inminente desastre, que se sumará a las cargas del país durante decenas de años, privará a miles de su fuente de subsistencia y matará la vida marina en el Mar Rojo".