El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, vetó varios puntos del proyecto de ley sobre el uso de mascarilla en espacios públicos como iglesias, establecimientos comerciales o escuelas durante la pandemia del coronavirus. La medida fue publicada este viernes en el Diario Oficial de la Unión.
La ley obliga a utilizar el tapabocas en espacios públicos y privados accesibles al público, así como en transportes públicos. Concretamente, el presidente vetó el uso de mascarillas obligatorias en establecimientos comerciales e industriales, templos religiosos, escuelas y otros lugares cerrados donde la gente se reúne.
Según el Palacio de Planalto, la expresión "otros lugares cerrados donde la gente se reúne" es muy amplia y podría imponerse el uso de mascarillas en los domicilios, lo que va en contra de la Constitución.
En su retransmisión vía Facebook, el jueves, Bolsonaro adelantó que había vetado esa parte porque existía la posibilidad de que las personas fuesen multadas dentro de casa. Sin embargo, desde el Congreso se informó de que no existe nada en el texto que lleve a esa interpretación.
Bolsonaro también vetó la sección que exige a los establecimientos proporcionar mascarillas gratuitas a los empleados y la que obliga al Gobierno a suministrar tapabocas a la población económicamente vulnerable.
Varios gobiernos locales ya han implantado el uso obligatorio de mascarillas en lugares públicos, pero no existía una ley nacional sobre el tema. La nueva ley no obliga a utilizar mascarilla a los niños menores de tres años y tampoco a las personas con autismo, discapacidad o que justifiquen una razón médica.
Los diputados y los senadores deberán votar ahora si aceptan o no las medidas de Bolsonaro.
Sin mascarilla
En Brasilia, el uso de la mascarilla es obligatorio desde el pasado 30 de abril. Sin embargo, desde el comienzo de la pandemia, el presidente ha participado en numerosos actos públicos sin mascarilla e incluso ha generado aglomeraciones. A pesar de que la ley establece una sanción de 2.000 reales (unos 380 dólares) por incumplimiento de esta norma, el presidente nunca ha sido multado.
La semana pasada, un juez federal obligó al mandatario a usar la mascarilla en espacios públicos, pero otra magistrado anuló el fallo días después al considerarlo "innecesario".
El coronavirus ha provocado 61.884 muertos y 1.496.858 contagiados en Brasil, segundo país del mundo con más fallecidos e infectados, por detrás de EE.UU.