Este viernes, un sacerdote ruso fue privado de su rango eclesiástico, después de tomar el control de un convento en los Urales, bloqueando el acceso desde el interior. Entre otras declaraciones de carácter extremista, tachó a la Iglesia Ortodoxa Rusa como el "principal enemigo" del país, lo que motivó que las autoridades abrieran una causa administrativa en su contra. Por su parte, varios expertos alertan que el grupo conformado por sus seguidores ya tiene las características de una secta.
A continuación, relatamos qué está ocurriendo y cómo se ha llegado a esta situación en el Convento de Sredneuralsk, que ahora funciona de manera prácticamente autónoma: en su día a día y en lo referente a la autoridad eclesiástica.
¿Cómo empezó el conflicto?
A finales de abril, el higúmeno (rango en la Iglesia ortodoxa que se usa para denominar al líder de un monasterio) del monasterio en la provincia de Sverdlovsk declaró durante un sermón que el coronavirus no existe y tachó de "ilegal" el régimen de confinamiento, que fue introducido en el territorio de Rusia. Aseguró que las autoridades planean colocar a sus ciudadanos "en el campo electrónico de Satanás" y les ofrecerán vacunas mortales con microchips e incluso maldijo a las personas que ordenaron el cierre de iglesias debido a la pandemia.
Tras estas declaraciones, la diócesis de Yekaterimburgo le prohibió pronunciar sermones y destacó que no comparte su punto de vista, pero el sacerdote siguió predicando y alentó a sus seguidores a protestar. En estas condiciones, le prohibieron realizar rituales religiosos y convocaron una sesión del Tribunal Eclesiástico, que Sergui abandonó antes de su conclusión.
Los sermones del clérigo provocaron que se abriera una causa administrativa en su contra por difusión de información falsa en los medios, creando una alarma en la sociedad de que las autoridades pretenden provocar daños a la vida o salud de los ciudadanos. Si se demuestra su culpabilidad, deberá pagar una multa de entre 30.000 y 100.000 rublos (entre 420 y 1.400 dólares).
Además, las autoridades a nivel regional iniciaron una investigación, con la sospecha de que los videos del sacerdote —algunos de los cuales ya fueron eliminados— incitan al odio o la hostilidad y contienen elementos extremistas.
El bloqueo del monasterio
A pesar de las órdenes de las autoridades eclesiásticas, Sergui ocupó el Convento de Sredneuralsk, donde administró misas e incluso realizó exorcismos.
La madre superiora de la iglesia, Varvara, que no apoya las ideas de Sergui, decidió abandonar el recinto con varias monjas. De acuerdo con la versión oficial, lo hizo para evitar conflictos y darle a Sergui la oportunidad de reconsiderar la situación.
A partir de mediados de junio, un grupo no oficial de cosacos empezó a vigilar la entrada al monasterio. "Ustedes tendrán que sacarnos del monasterio con la Policía y Rosgvardia [Guardia Nacional de Rusia]", destacó el sacerdote rebelde, mientras que guardias de seguridad improvisados no permitieron acceder al territorio al nuevo responsable del monasterio, Gueorgui, designado como reemplazo de Sergui.
El portavoz del convento, Vsévolod Moguchev, señaló a RIA Novosti que la situación dentro "es absolutamente tranquila" y que está abierto para los fieles. Sin embargo, los medios denuncian que el acceso al territorio está bloqueado y de momento es imposible averiguar en realidad qué ocurre detrás de la valla.
Se reportó que Sergui promovía la violencia física contra los menores que permanecen en el interior, pero desde el monasterio refutaron dichos informes. Autoridades locales visitaron el convento, pero al no encontrar irregularidades, desistieron tomarlo por la fuerza.
Entre tanto, Sergui publicó a finales de junio un nuevo video en el que declaró que "el principal enemigo de Rusia es la Iglesia Ortodoxa Rusa". "Lo que ven ahora son los planes de aquellos que nos odian a nosotros, los rusos, lo ven ya en cumplimiento", dijo dirigiéndose a sus seguidores.
"Un Vaticano en la provincia de Sverdlovsk"
Cabe señalar que el convento cuenta con un vasto territorio: hay 4 iglesias y otros edificios. Tiene un complejo agrícola, una escuela ortodoxa para niños, un hospicio y edificios donde se alojan monjas y personas que ayudan el templo, recoge Znak.com.
Todas estas instalaciones permiten al monasterio funcionar de manera casi autónoma.
A su vez, Iliá Shumánov, subdirector de la ONG Transparencia Internacional en Rusia, calificó al convento de "un Vaticano en la provincia de Sverdlovsk", evocando que el poder secular no puede obtener acceso a un monasterio que se encuentra en su región.
¿Qué se sabe sobre Sergui?
Sergui, cuyo nombre real es Nikolái Románov, nació en la provincia de Nizhni Nóvgorod. Trabajaba como policía, pero en 1985 fue acusado de robar bienes estatales y provocar un accidente de tráfico que llevó a la muerte de una persona. Asimismo, confesó ser culpable de un asesinato durante un asalto y fue condenado a 13 años de cárcel.
Tras salir en libertad en 1997, decidió consagrarse a la vida religiosa. En el 2000 se convirtió en higúmeno de un monasterio en la provincia de Sverdlovsk y dos años después en higúmeno y confesor del Convento de Sredneuralsk, donde se encuentra ahora.
Además, se reporta que Sergui, tras su paso por prisión, dispone del apoyo de varios miembros del mundo criminal.
"Cuando preguntaba informalmente sobre Románov a los sacerdotes locales, decían que todavía tiene conexiones de alto nivel en el mundo criminal, diversos ladrones lo apoyan", reiteró a RT el profesor Alexánder Dvorkin, investigador de sectarismo y director del Centro de investigaciones religiosas Ireneo de Lyon en Moscú.
¿Una nueva secta?
En cuanto al creciente número de seguidores, expertos subrayaron que esta agrupación ya tiene las características de una secta.
"Lo más importante en una secta es el líder, al que todos deben obedecer incondicionalmente. Vemos que Románov desempeña exactamente este papel", afirmó Dvorkin.
Por su parte, Vladímir Vinokurov, profesor de estudios religiosos de la Universidad Estatal de Moscú, hizo hincapié en que es demasiado temprano para hablar sobre una secta, ya que este grupo liderado por Sergui todavía no dispone de algunos elementos importantes: organización estricta y pertenencia personal.
Sin rango eclesiástico
El 3 de julio, el Tribunal Eclesiástico le privó de su rango, decisión que ahora debe ser aprobada por el patriarca Kiril, máximo representante de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Sergui, que no asistió la audiencia, destacó que no abandonará la Iglesia. "Les pido a todos los ortodoxos también defender el monasterio", declaró.
De momento, desde la Iglesia Ortodoxa Rusa no han reaccionado ante estas últimas declaraciones.