Hallan un factor clave del envejecimiento en la grasa del vientre y logran revertir su efecto

Un trasplante de células inmunitarias repara ciertos problemas relativos a la edad.

La grasa del vientre desempeña un papel crucial en las inflamaciones crónicas que aceleran el envejecimiento de todo el cuerpo pero, si ese proceso molecular se revierte, ciertos cambios relacionados con la edad se pueden aplazar, según demostraron investigadores de la Universidad de Berna (Suiza) y sus instituciones subordinadas y publicó la revista Nature Metabolism.

A medida que cumplimos años, en el tejido adiposo visceral se reduce la presencia de las células inmunitarias llamadas eosinófilos y, al mismo tiempo, en esa grasa cada vez hay más macrófagos, que también pertenecen al sistema inmunitario y contribuyen a los procesos inflamatorios.

Este desequilibrio se acumula en las personas de edad avanzada, pero los especialistas reprodujeron la condición en ratones y se dieron cuenta de que también envejecían más rápido a causa de las inflamaciones intestinales.

Varios de los roedores recibieron una terapia con células deficientes y los creadores del método, Mario Noti y Alexander Eggel, observaron un efecto rejuvenecedor en sus organismos.

"Los eosinófilos transferidos se dirigían selectivamente al tejido adiposo", afirmó Noti, para quien los resultados "indican que los procesos biológicos del envejecimiento y las deficiencias funcionales relacionadas son más plásticos" de lo que se consideraba.

Así, estos cambios relativos a la edad y atribuibles a la distribución de las células inmunitarias en el tejido adiposo también se confirmaron en humanos. Por lo tanto, el siguiente paso sería perfeccionar los efectos terapéuticos que tiene la transferencia de eosinófilos para lograr que las personas tengan una vejez más sana.

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