Un avión de una aerolínea china con 178 pasajeros a bordo descendió 3.000 metros en tan solo tres minutos luego de que surgiera la amenaza de que se rompiera el parabrisas de la cabina de pilotaje, informan medios locales.
El vidrio con calentamiento eléctrico del Boeing 737 de Ruili Airlines empezó a dar señales de malfunción 30 minutos después de su despegue la noche de este lunes. Al poco, parte del cristal se cubrió de grietas.
El vuelo DR6558 de esta aerolínea de bajo costo viajaba con rumbo a Kunming desde Xi'an y tuvo que aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Chongqing, en el sudoeste del país, tras el rápido descenso.
Ruili Airlines informó que ninguno de los pasajeros ni de los tripulantes sufrieron lesiones y que la aeronave estaba siendo inspeccionada por su equipo de tierra en Chongqing.
Los pasajeros fueron trasladados a otro avión y llegaron a Kunming la mañana de este martes con un retraso de poco menos de 6 horas.
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