El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, promulgó este miércoles una la ley que declara a los pueblos indígenas y afrodescendientes como "grupos en situación de extrema vulnerabilidad" frente a la pandemia de coronavirus. Sin embargo, vetó 16 artículos claves, que apuntaban a garantizar el acceso a servicios básicos de esas poblaciones.
Según informó el medio digital G1, entre las disposiciones rechazadas por el mandatario está la que obligaba al Estado a brindar "acceso al agua potable" y otra para la "distribución gratuita de materiales de higiene, limpieza y desinfección para las aldeas".
El proyecto, aprobado en junio por el Senado y en mayo por la Cámara de Diputados, también establecía la liberación de fondos de emergencia para la salud indígena, camas hospitalarias y acceso a internet, entre otras medidas.
Para justificar el veto, el Poder ejecutivo argumentó que tales políticas tendrían un impacto presupuestario y financiero para el Estado, que sería inconstitucional.
Desde la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), acusaron a Bolsonaro de haber "decretado el genocidio" de esas comunidades, que ya suman 10.300 contagiados y 408 muertes, según el organismo. Además, la APIB solicitó al Congreso Nacional "derribar" los vetos del mandatario.
Este mismo miércoles, el ministro Luís Roberto Barroso, del Tribunal Federal Supremo (STF), ordenó al Gobierno Federal adoptar cinco medidas para proteger a las comunidades indígenas y prevenir la mortalidad por covid-19.
El portavoz del partido Rede Sustentabilidade, Pedro Ivo Batista, sostiene que la actitud del Gobierno brasileño hacia los indígenas es criminal, ya que suprime las garantías recogidas en la Constitución.