Miles de personas se congregaron en la capital de Serbia, Belgrado, y otras ciudades importantes del país para protestar contra la intención del Gobierno de reimponer la cuarentena por el coronavirus. La Policía antidisturbios utilizó gases lacrimógenos para dispersar a las mutlitudes, que lanzaron piedras contra las fuerzas de seguridad durante varias horas.
Lo que comenzó el martes como una protesta contra la anunciada segunda ronda de medidas restrictivas para contener los rebrotes de covid-19, rápidamente se convirtió en un intento de asaltar el Parlamento y en enfrentamientos con la Policía.
Los manifestantes utilizaron contenedores de basura para crear barricadas y bloquearon el tráfico de automóviles y tranvías en el centro de Belgrado durante varias horas, según medios locales. El Gobierno respondió movilizando a la Policía antidisturbios, vehículos blindados de la Gendarmería y caballería para hacer retroceder y dispersar a los concentrados.
Según los informes, la fuerzas de seguridad dispersaron a la mayor parte de los manifestantes a medianoche después de casi cinco horas de fuertes enfrentamientos.
El ministro del Interior de Serbia, Nebojsa Stefanovic, afirmó que 10 oficiales resultaron heridos el miércoles. Agregó que la Policía solo usó la fuerza cuando los manifestantes intentaron "lincharlos", usando postes de cercas, palos, rocas e incluso cócteles molotov.
Mientras tanto, algunos videos compartidos en redes sociales por los participantes en las protestas muestran a un grupo de policías antidisturbios golpeando brutalmente a un manifestante en el suelo.
Después de la primera noche de protestas, el presidente Aleksandar Vucic culpó de la violencia a "extremistas de derecha" que ocuparon las calles cuando los "ciudadanos decentes" enojados con las restricciones del coronavirus se retiraron. También señaló que hubo "todo tipo de influencia de los servicios de seguridad extranjeros" detrás de las protestas.
Algunos líderes de la oposición trataron de sumarse a las protestas el martes pero fueron rechazados por los manifestantes. Un video muestra al excanciller Vuk Jeremic siendo abucheado y golpeado en la cabeza cuando intentó unirse a la multitud en el exterior del Parlamento.
El miércoles, opositores culparon a los "provocadores del régimen" por ese incidente y organizaron una pequeña protesta. Sin embargo, cuando el expresidente Boris Tadic intentó unirse a esta, fue igualmente abucheado, insultado y expulsado.
Los medios locales mostraron fotos de manifestantes llevando cruces ortodoxas y ondeando todo tipo de banderas serbias, incluida la de Kosovo. Se espera que el presidente Vucic se reúna con representantes franceses y alemanes a fines de esta semana para organizar negociaciones con líderes kosovares de etnia albanesa, y muchos de los manifestantes lo acusan de "traición" por supuestamente planear reconocer la secesión de la provincia.