Un análisis con rayos X sobre restos fósiles ha revelado que los dientes humanos pudieron haber evolucionado por primera vez hace más de 400 millones de años cuando un extraño pez comenzó a desarrollar mandíbulas por primera vez, según un estudio publicado esta semana en la revista Science.
Un equipo internacional de científicos dirigido por la Universidad de Uppsala (Suecia), en colaboración con la Instalación Europea de Radiación Sincrotrón (ESRF, por sus siglas en inglés), la fuente de rayos X más potente del mundo, ha 'diseccionado' digitalmente los restos fósiles del pez con mandíbula y dientes más primitivo que se haya encontrado.
El ejemplar del extinto pez 'Acanthothoracid' o acantotorácido fue descubierto cerca de Praga (República Checa) hace más de 100 años, pero permanecía oculto bajo un revestimiento de rocas que complicaba su estudio con técnicas tradicionales.
Los resultados de las radiografías muestran que sus dientes tienen características sorprendentemente modernas, similares a los dientes humanos. Los seres humanos y las 60.000 especies vivas de vertebrados con mandíbula (tiburones, peces óseos, anfibios, reptiles, aves y mamíferos) son descendientes de este pez, explican los investigadores.
"Sus mandíbulas se parecen a las de los peces óseos y parecen ser directamente antecesoras de las nuestras. Cuando sonríes en el espejo del baño por la mañana, los dientes que te sonríen pueden tener sus orígenes en los primeros vertebrados con mandíbula", señaló el paleontólogo Per Ahlberg, coautor de la investigación.
El primer vertebrado con mandíbula y dientes
Intentar entender cómo todas estas especies distintas de vertebrados, incluidos los humanos y los tiburones, tienen dientes similares, ha sido un misterio durante mucho tiempo y los paleontólogos se habían centrado en los fósiles de un grupo de peces llamados artrodires, que vivieron hace unos 430 a 360 millones de años.
Se creía que los artrodires eran el primer vertebrado con mandíbula y dientes. Hasta que los investigadores dirigieron su estudio a los acantotorácidos, otro grupo de peces que se estima son más primitivos que los anteriores.
Los escaneos permitieron visualizar el patrón de crecimiento e incluso los espacios celulares perfectamente conservados dentro de la dentina, una capa que se encuentra debajo del esmalte de nuestros dientes. "Los resultados fueron realmente notables, incluidas las dentaduras bien conservadas que nadie esperaba encontrar allí", aseguró la autora principal del estudio, Valéria Vaškaninová.
"Estos hallazgos cambian toda nuestra comprensión del origen de los dientes", afirmó Ahlberg. "A pesar de que los acantotorácidos se encuentran entre los vertebrados con mandíbula más primitivos, sus dientes son, de alguna manera, mucho más parecidos a los modernos que las dentaduras de artrodires", concluyó.