En 1959, un grupo de nueve estudiantes soviéticos se fue de excursión a los montes Urales y nunca regresó. Tras la denuncia de su desaparición se organizó un operativo de rescate.
Sus cuerpos fueron encontrados en la ladera oriental de la montaña Otorten o Jolat Siajl (que en idioma mansí significa 'Montaña de los Muertos'), en febrero de ese año. Las circunstancias en que los jóvenes encontraron su muerte ha sido un gran misterio durantes décadas.
Los investigadores soviéticos llegaron a la conclusión de que el deceso de los estudiantes fue provocado por "una fuerza mayor a la que el grupo de turistas no pudo resistir". Al menos esa era la versión oficial del caso desclasificado.
No obstante, el número de versiones elaboradas a lo largo de todos estos años, tanto por expertos como por personas interesadas, llega a unas 75: un ataque de prisioneros fugitivos, la muerte a manos de nativos locales, una pelea entre los mismos turistas, la explosión de un misil que pasó encima y hasta una intervención alienígena, entre otras.
Las autoridades rusas finalmente han confirmado la razón de la muerte de los excursionistas. Durante una rueda de prensa, organizada por el diario Komsomólskaia Pravada, Andréi Kuriakov, subdirector de la Oficina del Fiscal General en el Distrito Federal de los Urales, ha anunciado que la tragedia se debió a una avalancha y el hecho de que los jóvenes no pudieron encontrar la tienda de campaña tras abandonarla debido a la poca visibilidad.
Inspección del caso
En 2019, la Fiscalía General de Rusia anunció que debido a muchas solicitudes por parte de familiares de las víctimas, activistas y la prensa, había iniciado la inspección del caso, cuyo contenido estuvo clasificado hasta la década de 1970.
El organismo aseveró que los investigadores realizarían exámenes en el área donde murieron los turistas, con la participación de especialistas en el campo de la geodesia, la metrología, y empleados del Ministerio de Emergencias.
"La versión de la avalancha ha sido completamente confirmada, pero la causa de la muerte no es solo esa", detalló Kuriakov.
De acuerdo con el funcionario, cuando comenzó la avalancha, los jóvenes dejaron la tienda.
"El grupo se fue a 50 metros (de la tienda), a la cima de una piedra. Esto es un limitador natural de la avalancha. Lo hicieron todo bien, pero esta es la segunda razón por la cual el grupo fue sentenciado. Cuando dieron la vuelta, no vieron la tienda. La visibilidad era de 16 metros", explicó.
Kuriakov reveló que se había realizado un experimento que confirmó que es imposible encontrar una tienda de campaña en estas condiciones, incluso si sabe en qué dirección se encuentra aproximadamente.
Los turistas comenzaron a descender aún más, prendieron fuego. Luego intentaron regresar y encontrar la tienda de campaña, pero se congelaron porque la temperatura era de unos 40 a 45 grados bajo cero.
"Fue una lucha heroica. No hubo pánico. Pero no tuvieron oportunidad de salvarse en esas circunstancias", concluyó Kuriakov.