Agentes de policía y miembros de las fuerzas de defensa de Sudáfrica se movilizaron este sábado para liberar a varios rehenes que fueron sometidos por un grupo armado que irrumpió en una iglesia de la ciudad de Zuurbekom.
Según las autoridades, los hombres armados pretendían "apoderarse de las instalaciones" del templo. Por ello, ingresaron al lugar por la mañana y atacaron a las personas que se encontraban dentro.
Informes preliminares aseguran que cuatro víctimas recibieron disparos y posteriormente fueron quemadas en un auto. El quinto fallecido, un guardia de seguridad, fue abatido dentro de su vehículo.
Al menos cinco personas, en situación de rehenes, perdieron la vida durante el tiroteo. Además, la Policía confirmó que aproximadamente 30 individuos fueron arrestados y se incautaron más de 25 armas de fuego, cuyas fotografías fueron publicadas en redes sociales.
La escena todavía se encuentra activa bajo operaciones de los negociadores de rehenes del Servicio de Policía de Sudáfrica, la Fuerza de Tarea Especial del Equipo de Respuesta Táctica, el Apoyo Aéreo y la Fuerza de Defensa Nacional del país.