El Gobierno de EE.UU. llevó a cabo este martes la primera ejecución a nivel federal en los últimos 17 años, informa AP. El primero en el corredor de la muerte era Daniel Lewis Lee, un supremacista blanco de 47 años, que fue condenado por el asesinato en enero de 1996 del matrimonio Mueller y de su hija de 8 años.
El hombre murió por inyección letal en la prisión federal de Terre Haute (Indiana). "Yo no lo hice", afirmó Lee antes de ser ejecutado. "He cometido muchos errores en mi vida, pero no soy un asesino. Está matando a un hombre inocente", agregó.
La decisión de llevar a cabo la ejecución, la primera desde el 2003, atrajo la atención de los grupos de derechos civiles y de los familiares de las víctimas de Lee, que habían demandado para intentar detenerla, alegando preocupaciones sobre la pandemia.
"El Gobierno estaba tratando de seguir adelante con estas ejecuciones, a pesar de las muchas preguntas sin respuesta sobre la legalidad de su nuevo protocolo de ejecución", afirmó Shawn Nolan, uno de los abogados de reos que se enfrentan a la ejecución federal.
Los siguientes reos en el corredor de muerte son Wesley Ira Purkey, condenado por secuestro y asesinato de una adolescente de 16 años y por matar a una mujer de 80 años; Dustin Lee Honken, condenado por matar a tiros a cinco personas, incluidas dos niñas; y Keith Dwayne Nelson, quien secuestró, violó y estranguló a una niña de 10 años. Sus ejecuciones estaban previstas para los días 15 y 17 de julio y 28 de agosto, respectivamente.
A finales de julio de 2019, la Administración de Donald Trump puso fin a la moratoria de la pena capital a nivel federal después de una pausa de 16 años. Las últimas tres tuvieron lugar en los años 2001 y 2003, durante el mando del republicano George W. Bush. Hasta entonces, la última se remontaba al año 1963.
Aunque desde 2010 se llevaron a cabo un total de 331 ejecuciones —la mayoría de ellas, en Texas—, todas ellas eran a nivel estatal.