Un grupo de biólogos y zoólogos ha descifrado el secreto de la coloración "ultranegra" de los peces que habitan en la oscuridad de lo más profundo de los mares y océanos, una característica que los dota de un asombroso poder de camuflaje, según un nuevo estudio publicado este jueves en la revista Current Biology.
Los investigadores, dirigidos por la zoóloga Karen Osborn, del Museo Nacional de Historia Natural de EE.UU., estudiaron 16 especies de la conocida como fauna abisal o abisopelágica y descubrieron que la melanina de su piel no solo es abundante, sino que se distribuye de manera única: sus gránulos llenos de pigmento (melanosomas) están en capas apretadas y continuas, optimizados en tamaño y forma, y permiten absorber casi toda la luz que llega a su piel, de modo que tan solo el 0,05 % de esa luz se refleja. Al reducir la reflectancia, estos peces pueden diminuir la distancia de observación de los depredadores más de seis veces en comparación con los peces con un 2 % de reflectancia.
Esta peculiaridad les proporciona a esos animales la posibilidad de "mezclarse con el fondo", donde "no hay ningún lugar para esconderse y sí muchos depredadores", asegura Osborn. Muy poca luz solar penetra más de 200 metros debajo de la superficie del océano y algunos de estos peces viven a 5.000 metros de profundidad.
A tales profundidades, la emisión de luz de los organismos vivos (bioluminiscencia) es la única fuente de luz y se utiliza para encontrar parejas, distraer a los depredadores y atraer a las presas. También pueden exponer a los animales cercanos, frustrando el enfoque sigiloso de un depredador o iluminando a una presa potencial, a menos que esos animales tengan el camuflaje adecuado. "Si quieres mezclarte con la infinita negrura de tu entorno, absorber cada fotón que te golpee es una excelente manera de hacerlo", subraya Osborn.
Este ejemplo biológico de absorción eficiente de la luz mediante una arquitectura simple de partículas altamente absorbentes y altamente dispersantes puede inspirar nuevos materiales ultranegros. Los materiales de este tipo que se utilizan en la actualidad copian la arquitectura de algunas aves y mariposas ultranegras, pero resultan extremadamente delicados y costosos de producir.
"En lugar de construir algún tipo de estructura que atrape la luz, si hiciéramos que el pigmento absorbente tuviera el tamaño y la forma correctos, podríamos lograr la misma absorción potencialmente mucho más barata y [hacer que el material] sea mucho menos frágil", concluye Osborn.
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