Tres grupos de acreedores de la deuda de Argentina presentaron este lunes una contraoferta que fue rechazada por el Gobierno de Alberto Fernández, que busca reestructurar los compromisos asumidos con tenedores de bonos bajo legislación extranjera, por alrededor de 66.000 millones de dólares, informó el diario Página/12.
El Grupo Ad Hoc de Accionistas de Bonos Argentinos, el Comité de Acreedores de Argentina y el Grupo de Accionistas de Bonos de Intercambio se "unieron" para llevar una nueva propuesta de cobro a la Casa Rosada.
En un comunicado, los inversionistas, que hasta aquí no han aceptado las condiciones que pretende Buenos Aires, señalaron que su oferta representaba "importantes concesiones económicas y legales", que llevarían "alivio" al país suramericano.
Sin embargo, el propio presidente Fernández manifestó que es "imposible" que su administración pueda "moverse" de su última oferta de pago, presentada el 6 de julio, ya que esta conlleva un esfuerzo "muy grande", afirmó el mandatario en una entrevista con la Televisión Pública. Según señaló, mejorarla pondría "en riesgo el mañana" de los argentinos.
En el mismo sentido se expresó el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, quien aseguró que "la mayoría" de los acreedores "va a aceptar la oferta" formulada por el país.
"Vemos en ese grupo de acreedores una falta de entendimiento sobre las restricciones que enfrenta Argentina", afirmó el ministro.
La última oferta de la cartera de Economía propone pagar intereses a partir de septiembre de 2021 –en lugar de mayo de 2023, como había formulado anteriormente–, al tiempo que establece un pago de 59 dólares por cada 100 recibidos en préstamo.
Los acreedores tienen tiempo hasta el 4 de agosto para aceptar o rechazar el canje. Será la última oportunidad de Argentina para comenzar a regularizar el plan de pagos de la deuda externa, que entró en 'default' el pasado 22 de mayo, cuando el Gobierno no cubrió vencimientos por 503 millones de dólares.